La biblioteca de El Casar se convirtió el pasado viernes en un espacio de reflexión y emoción gracias a la presentación del libro «El Silencio de Hécate», de Alis Tavanna. La obra, que explora temas profundos como la identidad femenina, la sororidad y la búsqueda de la propia voz, cautivó a un público ávido de historias que tocan el alma.
La presentación, a la que asistió la concejala de cultura Yolanda Ramírez fue mucho más que un simple acto literario. Gracias a una cuidada puesta en escena audiovisual, la autora logró crear una atmósfera envolvente que transportó a los asistentes a un mundo donde la mitología griega se entrelaza con las realidades del presente. Cada palabra, cada imagen, resonaba en el corazón de los presentes, generando un diálogo íntimo y sincero sobre temas que a menudo permanecen en el silencio.
«El Silencio de Hécate» no es solo una novela, es un llamado a la acción. La figura de la diosa griega, asociada con la magia y los misterios, se convierte en un símbolo de empoderamiento y sororidad. La autora invita a las mujeres a encontrar su propia voz, a romper los silencios impuestos y a construir un mundo más justo y equitativo.
La velada fue una celebración de la literatura como herramienta de transformación social. Los asistentes salieron de la biblioteca con una nueva perspectiva y un renovado compromiso con la lucha por la igualdad.
«El Silencio de Hécate» es un libro que no dejará indiferente a nadie. Es una invitación a reflexionar sobre nuestro pasado y a construir un futuro más luminoso.
Alis agradeció al público su presencia y destacó la importancia de compartir historias que nos conectan y nos inspiran. «Espero que este libro sea el comienzo de una conversación que nos lleve a un mundo más justo y solidario», afirmó la escritora.
La presentación de «El Silencio de Hécate» fue un éxito rotundo. El Casar se convirtió, por unas horas, en un faro de esperanza y empoderamiento. Las voces de Hécate resuenan ahora con más fuerza que nunca, invitándonos a avanzar hacia un futuro donde todas las voces sean escuchadas.