El inminente despido de trabajadores en la banca llevará a un sistema de digitalización insostenible por la dificultad a la hora de las gestiones
El partido Tercera Edad en Acción muestra su preocupación ante el despido inminente de mas de diez mil trabajadores en las entidades de CaixaBank y BBVA, que llevará a un sistema de digitalización de los bancos que será insostenible para muchas personas mayores, por la dificultad de éstas en el momento de realizar sus gestiones bancarias.
La obligación de operar cada día más en línea, por el cierre masivo de oficinas, sin tener en cuenta que muchas personas no disponen de ordenadores ni Smartphone, y ni si quiera saber cómo hacerlos servir, ha conducido a un servicio cada vez más deficiente por parte de las entidades bancarias. Esta situación ha llevado a Tercera Edad en Acción a reclamar a la dirección general de las entidades bancarias más importantes de nuestro país, para que tengan en cuenta los problemas de las personas mayores que necesitan una atención personalizada en el interior de las instalaciones.
Tercera Edad en Acción pide a estas entidades más protección hacia las personas mayores, por las dificultades de éstas en las gestiones telemáticas. La falta de autonomía de los mayores en las funciones más básicas, en las que hasta hace pocos años se daba prioridad a la atención presencial y a los documentos físicos, se ha transformado en un mundo digital al que muchas personas han perdido el acceso.
En la demanda a las entidades bancarias, nuestra formación política pide a la dirección de éstas que se facilite la movilidad de las personas mayores en las entidades bancarias, ya que el cierre de muchas oficinas ha llevado en muchos casos a realizar largos desplazamientos, algunos entre diferentes municipios, así como a padecer en la calle largas colas esperando el turno de realizar las gestiones.
Para Tercera Edad en Acción, que no quiere con esta reclamación rechazar la digitalización que está transformando el mundo, pide también al Gobierno de España que se implique en esta problemática y que haga algún tipo de legislación que regule unos servicios mínimos que garanticen las necesidades de las personas mayores en las gestiones más básicas
de su economía en el día a día, como puede ser el pago de un simple recibo de la luz o el agua.
A la vez que realice un mayor control sobre las comisiones, cada vez en más cuantía, que están cobrando las entidades bancarias, con menos servicios prestados. Por este motivo reclamamos una tarifación social en función de las posibilidades del cliente