España es un reino desde tiempo inmemorial, salvo cortos periodos de tiempo en nuestra historia de los que mejor no acordarse.
Los reyes son reyes por derechos históricos. España es lo que es porque un reino fue fortalecido por el siguiente, y así sucesivamente, de generación en generación, hasta nuestros días. La Monarquía española forma parte de nuestra piel, de nuestro carácter y de nuestra seña de identidad como Nación.
La mayor parte de las instituciones y acciones de las que los españoles nos sentimos orgullosos se realizaron durante un reinado con el impulso y el empeño del rey o la reina de ese momento: así por ejemplo, el uso público del Paseo del Retiro de Madrid (Carlos III), el Museo del Prado, cuyo origen eran las Colecciones Reales (Fernando VII), el Congreso de los Diputados (Isabel II), la entrada en el Mercado Común Europeo (Juan Carlos I), …
Hay hechos memorables en los que un rey español fue protagonista, algunos poco conocidos como el por qué al rey Alfonso XIII le propusieron como candidato al Premio Nobel de la Paz por salvar la vida de miles de prisioneros de guerra de diferentes nacionalidades durante la I Guerra Mundial, poniendo su patrimonio a disposición de este fin.
En nuestra historia reciente, el rey Juan Carlos I puso las bases de lo que hoy somos, una Monarquía parlamentaria en una democracia; nos salvó de varios golpes de estado, el más conocido el televisivo 23 F; además de situar a España en el mundo. Es justo añadir que tuvo colaboradores de excepción como Torcuato Fernández Miranda, Adolfo Suárez y Felipe González, entre otros.
En la sesión solemne de las Cortes Generales en las que se celebró el 40 Aniversario de las elecciones del 15 de junio de 1977, SM el rey Felipe VI manifestó, entre otras cosas, que “… las elecciones que hoy recordamos abrieron el camino al gran pacto constitucional que dio como fruto el bien más preciado de cualquier sociedad democrática: la convivencia. Esa convivencia tan querida, tan deseada y tan anhelada durante tantas décadas por todos, esa convivencia que fundamenta la paz, la libertad y el progreso”.
Desde la proclamación de Felipe VI como rey en España hay “una Monarquía renovada para un tiempo nuevo”. Con una agenda de trabajo impresionante con reuniones, visitas, audiencias, actos institucionales, recorriendo miles de kilómetros por España y por el mundo en defensa y al servicio del interés general de los españoles.
El rey Felipe VI ejerce su cometido con discreción, “sirviendo a España en todo momento, liderando y dando ejemplo”.
La Monarquía es hoy la institución mejor valorada por los españoles, junto con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
La historia de España demuestra que la Monarquía es para los españoles el mejor modelo de Estado. Ya es un hecho que el mayor periodo de paz y de prosperidad de los últimos 40 años ha sido liderado en España por una Monarquía Parlamentaria. Mientras la Monarquía española sea útil para los españoles, y lo es, tenemos Monarquía para siempre.