Se veía venir el hartazgo que gran parte de la sociedad está padeciendo por la deriva de una hornada de políticos de nuevo cuño que se está degradando hasta alcanzar cotas jamás imaginadas.
No es extraño ver cómo se manifiestan los ciudadanos expresando su rechazo más absoluto hacia estos aprovechados a los que ya no les queda ni una brizna del más mínimo pudor, permitiéndose las más denigrantes actuaciones.
Ahí están todos descansando de no hacer nada coherente, ni provechoso, esperando que la ciudadanía olvide el último esperpento.
Hemos llegado a la crítica situación donde son más creíbles las mentiras que las verdades, los bulos que los hechos, siendo que las verdades nos causan una enorme incredulidad.
Nos estamos acostumbrando a rebozarnos en este fangal de mentiras alimentado por mentirosos groseros, grotescos y burdos.
Los ciudadanos ya no nos rasgamos las vestiduras ante este sinfín de despropósitos porque hemos asumido que pertenecemos de forma consciente y voluntaria a esta nueva sociedad donde todo se ha convertido en un magma viscoso, sucio y cenagoso donde el más saludable balneario es el cenagal.
Sólo tenemos que observar cómo se producen los representantes de esta novísima sociedad en las instituciones hasta ahora más respetables del país, como son el Congreso y el Senado, para ver como «sus señorías» se llaman mentirosos unos a otros sin ningún pudor entre risotadas, reyertas y rebuznos y pataletas.
Se llaman mentirosos, se tildan de corruptos, se describen como delincuentes y se tachan de mafiosos y se quedan tan campantes. Posiblemente porque se conozcan muy bien.
Y nosotros de impasibles e inmisericordes voyeurs.
Y lo hacen impunemente, porque se saben seguros por su condición de aforados y luego abusan aprovechando su vergonzante inviolabilidad.
Y con este clima, con estas perspectivas, con estos comportamientos y actitudes, llegaremos de nuevo s septiembre donde todo volverá a ser maravilloso.
Resulta paradójico como la sociedad supuestamente más avanzada elige a los más mediocres para ser desgobernados por ellos.
A veces pienso que esto no puede ser fruto de la casualidad, esto no puede ser el resultado de una mutación social. Esto pudiera estar dirigido por los gerifaltes de siempre, por las grandes fortunas, por el gran trust económico y por la Banca internacional que no cesa en sus intenciones de manejarnos, manteniéndonos esclavizados con nuestras propias cadenas ideológicas poniendo como verdugos a esta clá.
Ahí se encuentran las principales Bolsas de valores del Mundo, como.
New York Stock Exchange
NASDAQ, Tokio Stock Exchange, Shanghái Stock Exchange, Hong Kong Stock Exchange, London Stock Exchange, Euronext…
Me da la impresión que todo esto es así de simple y al mismo tiempo así de complejo.
Estamos inmersos en un gravísimo problema, a ver cómo salís de esta, digo salís porque los de mi generación nos lo imaginamos pero jamás veremos.