Es ruin, mezquino y miserable utilizar el dolor de las víctimas en contra de tu adversario político. Es una raya roja que nunca se ha de pasar.
Estos tres adjetivos los usó Rajoy contra Pedro Sánchez en un debate televisivo durante la campaña electoral de 2015 siendo él presidente del Gobierno y Sánchez de la Oposición. Este le dijo que Rajoy no era decente y sin dejarle argumentar por que decía eso, Rajoy le soltó esa frase lapidaria que lo dejó mudo.
Hoy esos calificativos podría decirlos mucha gente indignada por utilizar estos acontecimientos para un uso partidista si tuvieran delante a los presidentes de los partidos políticos de izquierdas que organizaron ayer una manifestación pidiendo la dimisión de Mazón, presidente de la Generalitat Valenciana, porque dicen que ha gestionado mal las horas previas a la DANA y sus consecuencias. Y casi a los socialistas que se echaron atrás a última hora porque criticar a Mazón es también hacerlo a Sánchez.
Si hay culpas que repartir, el gobierno de Sánchez no se puede ir de rositas. Fallaron las alertas de Aemet y de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) y ambos organismos dependen del Ministerio de Transición Ecológica y en última instancia del presidente del Gobierno. La CHJ desactivó tres veces la alerta de peligro por fuertes lluvias e inundaciones a las 13, 14 y 16 horas, avisando posteriormente a las 18:43 h por correo electrónico a Emergencias de la Generalitat de la crecida de agua por el barranco del Poyo. Un verdadero desastre del que conocemos ahora las consecuencias.
Incluso Teresa Ribera, vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica y el Reto Demográfico, ha estado missing en esta crisis hasta la entrevista que le hizo la SER el pasado viernes, salvo un sms que mandó a Mazón el martes 29 de octubre a las 20:20 h. Al parecer estaba centrada en su examen del próximo martes en el Parlamento Europeo para convertirse en la vicepresidenta de la Comisión Europea, y para poca cosa más.
Por su parte, Sánchez podía haber enviado al ejército cuando fue consciente de la gravedad de la situación, no esperar acontecimientos. No había intención. Margarita Robles, ministra de Defensa, dijo que el ejército no puede estar para todo. Ahora manifiesta lo contrario después de su clamoroso error. Las Fuerzas Armadas tienen la logística, los medios, son disciplinados y voluntariosos en situaciones parecidas a esta.
Sánchez podía haber declarado la emergencia nacional y no lo hizo para dejar que todo el desgaste político fuera de Mazón y su equipo. La Ley del Sistema Nacional de Protección Civil dice en su artículo 29 que la declaración de emergencia nacional la hace el ministro del interior por propia iniciativa (del presidente del Gobierno), a petición de las Comunidades Autónomas o de los delegados del Gobierno en las mismas. Le faltó a Sánchez querer dar un paso al frente y tomar las riendas. Se lo reivindicó Feijoo porque el Gobierno tiene más medios, pero Sánchez no le hizo caso.
En una reciente entrevista a Felipe González dijo que cuando él era presidente del Gobierno tuvo un grave episodio climatológico en Navarra y no dudó un segundo en tomar las riendas del asunto sin esperar a que el presidente de la Comunidad Autónoma se lo pidiera. Eso que dijo Sánchez en rueda de prensa que “si Mazón necesita ayuda, que la pida” suena a no querer saber nada del asunto, como si no fuera con él. Indignante.
Por su parte, la Generalitat Valenciana de Mazón avisó a la UME y activó tarde la alerta ciudadana. Ya hemos visto por qué, aunque parece que hubo cierto descontrol en su propio equipo. Añada que en la tarde del martes 29 de octubre Mazón estaba en una comida reunión de trabajo y que Salomé Pradas, su consejera de Justicia e Interior, ha reconocido públicamente que desconocía que las alertas se pueden mandar a los ciudadanos a través de sus teléfonos móviles.
Lo importante ahora es ser una sola voz. Así lo ha solicitado Mazón, así lo dice Diana Morant, ministra de Ciencia y líder de los socialistas en la Comunidad Valenciana, respaldada ahora por todo el Gobierno. Ya se han dado cuenta que criticar a Mazón es también criticar a Sánchez, no todo es responsabilidad del primero..
Lo importante son las víctimas de la DANA, que a nadie le quepa duda, reparar y reponer lo que han perdido para que vuelvan a tener una vida plena y digna con los suyos como hasta ahora. Y recordar de la mejor manera posible a los que se han marchado de forma tan inesperada.