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El experto en estrategias de comunicación, Julio García Gómez, describe las claves de un plan de formación para el futuro de representación de la infanta
Sofía de Borbón inicia una nueva etapa de papel representativo institucional a partir de su estreno en solitario en la entrega de los premios Objetivo Patrimonio. Concurso de Fotografía Infanta Sofía, organizados por Patrimonio Nacional.
A pocos meses vista de cumplir los 18 años en abril y de su finalización de estudios en el UWC Atlantic College de Gales, Casa Real deberá perfilar y definir su misión representativa en el marco institucional de la Corona.
Ha sido un buen estreno para ella la ocasión brindada por Patrimonio Nacional para dar a conocer a través de la fotografía todos los tesoros que forman parte del entorno artístico y paisajístico de nuestro país. Un evento excelente para que Sofía diera muestras de una serenidad y seguridad marcadas por el protocolo de un acto de estas características. Ha sabido proyectar en los asistentes una imagen muy marcada de naturalidad y estricta atención a lo que ocurría en el evento, con pasos estudiados y firmes para estar a la altura de las circunstancias.
Las características de expresión en este primer acto en solitario de la Infanta, se centran en una mirada muy atenta al equipo de Patrimonio, en especial a Ana de la Cueva, presidenta de la institución, que hizo mención especial al apoyo prestado por la representante más joven de la Casa Real al presidir estos galardones. Ha destacado su prestancia y porte con el torso recto a lo largo de todo el movimiento escénico del acto, especialmente en las fotografías de grupo donde una sonrisa abierta ha captado especialmente la atención de las cámaras.
Un evento sin discurso, solo centrado en la imagen no verbal
Este acto, en el que no ha habido discurso de Sofía, será preludio de nuevos eventos donde el lenguaje verbal formará parte del desarrollo de sus habilidades de comunicación a través del plan y estrategia que puedan desarrollar los asesores de Casa Real. Su presencia pública se centrará en diversos aspectos y la destreza que adquiera para manejar adecuadamente el lenguaje verbal, gestual y paraverbal, herramientas como el uso del tono y timbre de voz, la velocidad del habla, los silencios y pausas y la flexibilidad en el uso de la respiración para conseguir comunicar con algo más que palabras.
Esas capacidades para que la menor de la Familia Real se convierta, con la experiencia que adquiera, en sus comparecencias públicas, en una excelente comunicadora, con la capacidad de que sus mensajes trasciendan más allá de las frases escritas en un papel, se centrarán en tres aspectos fundamentales, la voz, la imagen y el lenguaje no verbal.
Un plan de formación en habilidades y destreza de comunicación para la infanta Sofía
- La voz. Deberá trabajar especialmente, a partir de la respiración diafragmática. el uso de la expresión oral en diferentes tonos, medios, graves y agudos para educar la voz, evitar la monotonía del discurso y saber captar la atención de los asistentes. Entre sus tareas de la expresión verbal, tendrá que trabajar especialmente el ritmo del discurso y su capacidad para resaltar palabras y frases que capten la atención del oyente.
- La imagen. Su capacidad de proyección de una imagen sobria y a la vez cercana, formará parte de su formación para la representación en actos institucionales, donde estará rodeada de personalidades de diferentes ámbitos sociales y en conexión con la ciudadanía en muchos casos. Prestará atención especial a los actos presenciales y a los que son transmitidos a través de televisión y radio porque en los medios audiovisuales es fundamental cómo dirigir su imagen ante las cámaras y los micrófonos con capacidad de persuasión.
- El lenguaje no verbal y paraverbal. La formación en esta disciplina que abarca el movimiento de cuerpo, cabeza, manos y pies, se centra en la capacidad que tiene la persona de adecuar su expresión en público a la conexión con las partes del cuerpo que sirven para remarcar lo que la voz no es capaz de transmitir. La cara, los ojos, la sonrisa o la seriedad son elementos que se deben trabajar especialmente para conseguir el efecto y objetivos que se pretendan en cada intervención social que haga Sofía.
Todos estos detalles de la expresión, bien combinados y trabajados con método y constancia, podrán servir de apoyo para el papel representativo que pueda tener la Infanta en los próximos meses.