La Armada realizó la semana pasada en su base de submarinos en Cartagena la primera parte del ejercicio del rescate de uno de sus sumergibles, en la que se ha puesto a prueba los procedimientos y puesto de control en una operación de esta envergadura, con implicación de medios nacionales e internacionales, así como diferentes autoridades civiles y militares.
En esta edición del ejercicio CARTAGO, la simulación ha planteado un incidente con uno de los nuevos y modernos submarinos de la serie 80 con los que se va a renovar la flotilla. La pérdida de contacto del supuesto S-85 ‘New Siroco’ activa el Plan General de Rescate y Salvamento que consta de cuatro fases: comprobación, búsqueda, búsqueda y localización a gran escala con ayuda internacional y, finalmente, salvamento y rescate (COMCHECK, SUBLOOK, SUBMISS, SUBSUNK).
El enorme despliegue de la operación moviliza al menos a media docena de buques, helicópteros y vehículos especializados de rescate internacionales, el NSRS de la OTAN y el URF sueco, que a su vez mueven mucha logística (aviones, camiones). También se ha incorporado al simulacro el 5-81 ‘Isaac Peral’, el primero de la serie entregado hace unos meses a la Armada que, por sus características y capacidades permiten, entre otras muchas cosas, aumentar el tiempo de supervivencia en caso de incidente.
Una parte muy importante del ejercicio se dedica a la atención médica, al apoyo a las familias y a la gestión de la comunicación. No se deja nada a la improvisación, pues en una situación tan grave y dramática para mucha gente todo debe estar perfectamente engrasado.
La última semana de junio se pasará de la teoría a la práctica, y el ejercicio en vivo, LIVEX, se realizará un año más en las aguas de Cartagena, donde se prueban maniobras de ventilación del submarino, entrega de material y evacuación de la dotación.