Formulamos un manifiesto con carácter institucional, basándonos en nuestras convicciones políticas consistentes en luchar por los más necesitados de cualquier estrato social o país en dificultades.
Considerando la grave situación de conflicto armado que persiste en la región de Gaza, entre Israel y el grupo Hamas, y la continua pérdida de vidas humanas, (primordialmente civiles y lastimosamente, niños y niñas) y el sufrimiento y destrucción que esto conlleva, es imperativo que la comunidad internacional, a través de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), intervenga de manera urgente para poner fin a esta guerra y buscar una solución pacífica y duradera.
El conflicto en Gaza ha causado un sufrimiento inmenso a la población civil, con un número alarmante de víctimas, incluyendo mujeres, niños y ancianos. La violencia y la destrucción han generado un clima de miedo y desesperación, y las medidas adoptadas por Israel consistentes en impedir que la población disponga de agua, comida y energía, no solo está impidiendo el desarrollo y la prosperidad de la región, si no que está propiciando un verdadero genocidio aplaudido sobre todo por los EE.UU. de América.
Es evidente que las partes involucradas no han logrado encontrar una solución por sí solas, y que la intervención de la comunidad internacional es urgente y necesaria para detener esta espiral de violencia.
Por lo tanto, hacemos un llamado urgente a la ONU para que interponga una fuerza de cascos azules en Gaza, con el fin de proteger a la población civil, que supervise un cese al fuego y que facilite el diálogo y la negociación entre las partes en conflicto. La presencia de una fuerza de paz neutral es crucial para evitar nuevas pérdidas de vidas humanas y para crear las condiciones necesarias para un abastecimiento humanitario con carácter inmediato a la población y para iniciar un proceso de paz significativo.
Además, instamos a la ONU a que promueva un diálogo inclusivo y constructivo entre todas las partes involucradas, con el objetivo de alcanzar un acuerdo que garantice la seguridad y el bienestar de la población de Gaza y de Israel. Es fundamental que se aborden las causas subyacentes del conflicto, se respeten los derechos humanos de todas las personas afectadas y se busque una solución justa y sostenible para ambas partes.
La intervención de la ONU en Gaza no solo es una cuestión de humanidad, sino también de seguridad y estabilidad regional e internacional. El prolongado conflicto en Gaza tiene repercusiones negativas en toda la región, alimentando tensiones y extremismos que amenazan la paz y la seguridad global.
Por lo tanto, es responsabilidad de la comunidad internacional y sobre todo de los países de la región, el actuar de manera decisiva y coordinada para poner fin a esta crisis. En conclusión, hacemos un llamado a la ONU y a todos los Estados miembros para que apoyen la intervención de una fuerza de cascos azules en Gaza, con el objetivo de poner fin a la guerra, proteger a la población civil y promover una solución pacífica y justa para el conflicto entre Israel y Gaza. Es hora de actuar con determinación y solidaridad para detener el sufrimiento y construir un futuro de paz y prosperidad para todas las personas en la región.
1 comentario. Dejar nuevo
Quizá una decisión de prohibir todos los vuelos o origen o destino a israel podría, aumente la. O fli gividadde la, zona y sería una presión más directa y.neutra para las vidas humanas e lugar de mandar, a morir a, soldados de países que no tienen arte niparte en la guerra