¿Los acuerdos de investidura de Sánchez, son una traición para España y la clase trabajadora?
¿Los acuerdos de investidura de Sánchez, son una traición para España y la clase trabajadora? No es esta una frase mía y quienes la manifiestan lo hacen desde planteamientos socialistas, nada sospechosos de ser lo contrario. Ya verá, en un rato se lo cuento.
Lo que está pasando en la actualidad en la calle en España nada tiene que ver con una batalla campal, ni con ideología alguna, ni con las derechas, ni con las izquierdas, que no. Es un clamor popular, ahora se lo explico.
Tiene que ver con decir basta a un abuso de poder, no olvidemos que fue el PP el que ganó las últimas elecciones generales y que hasta ahora las fuerzas políticas con representación parlamentaria votaban a la lista más votada después de designar el Rey a su líder para presentarse a la investidura. Y si no prosperaba, se repetían las elecciones generales. Sánchez se ha cargado esa regla no escrita por ambición de poder. ¿Si consigue los apoyos necesarios, por qué no ser el elegido? Nadie le niega su capacidad negociadora, pero lo cuestionable es a qué precio. Todo vale para él si consigue mantenerse en el poder como presidente del gobierno.
Lo que está pasando en la sociedad en general y en la calle en particular tiene que ver con la reivindicación del sentido común. No ha de extrañar que estos opinen todos igual, sean de izquierdas o de derechas. Así lo hacen jueces, fiscales, abogados del estado, catedráticos de derecho, organizaciones de empresarios, inspectores de hacienda, …, así como sindicalistas de la policía y de la guardia civil. También políticos que no casan con la política de Pedro Sánchez. Porque este, con sus acuerdos con los independentistas, ha puesto en riesgo el Estado de Derecho y la división de poderes en España, valores imprescindibles en toda democracia, junto con la seguridad jurídica y la igualdad de todos los españoles. Un reflejo de todo esto son las manifestaciones callejeras.
Y está la opinión de Emiliano García Page, del Psoe, con minúsculas, sí, no merecen otra cosa. ¿Dónde está el PSOE que lideraba Felipe González? Page manifestó en público ayer que recurrirá la ley de amnistía, así como se manifestó en contra de la desigualdad entre CCAA si se cede la recaudación del 100% de los impuestos a Cataluña en detrimento de las demás Comunidades. Pero aún no se ha producido ni una cosa ni otra por lo que Page lo tiene más fácil, evite esa aprobación, si los diputados de Castilla La Mancha no votan en el Congreso de los Diputados el día de la investidura de Pedro Sánchez por una indigestión o similar, problema resuelto. No tienen por qué ser trásfugas, ni incumplir la disciplina de voto de su partido, ni nada que se le parezca, una diarrea basta, permítame la expresión, le puede pasar a cualquiera.
Hay pequeños partidos que también se han manifestado estos días en contra de los acuerdos de Pedro Sánchez con los independentistas. Aprovechan este altavoz mediático para hacerse notar. Sorprende el Frente Obrero España, partido socialista republicano que se creó en 2019, que está en contra de Podemos y de Vox, y que se manifestaron ayer sábado delante de la sede del Psoe en Ferraz para protestar contra “el Gobierno de la vergüenza” porque manifiestan que la futura ley de amnistía y los acuerdos de investidura de Pedro Sánchez son “una traición a España y a la clase trabajadora”. Toma, ahora los acusarán de fachas … Cómo se atreven a ir contra el Psoe y su líder político, hasta los partidos de izquierdas se les revelan, que desfachatez pensarán desde Moncloa …
No hay batalla alguna que resolver, ni comunidad autónoma que pacificar, como reitera el presidente del gobierno en funciones. Pedro Sánchez pasará a la historia por muchas cosas, y le preocupa cómo y por que circunstancias. Rosa Díez lo cuenta en su libro Caudillo Sánchez, además de acusarle de psicópata y de Maquiavelo. Vaya con Rosa. Pero también pasará a la historia por presunto agitador social, sólo basta asomarse a la calle cuando cae la noche y ver cómo se llena de manifestantes enfadados, muy enfadados, por las cesiones del gobierno a los partidos independentistas. Claman cordura y sentido de Estado, que parece que se ha perdido en las clases dirigentes en el entorno de Sánchez.
Los catalanes deben de estar hartos de ser moneda de cambio. En las últimas elecciones generales el Psoe se llevó un abundante voto moderado que perdió fe en IU, ERC y Junts. Ahora se sentirán estafados porque de la tranquilidad con la que viven, van a pasar a un nuevo escenario, previsiblemente convulso, hoy difícil de describir.
Más que nunca, en Cataluña hace falta un partido de centro. Ciudadanos, o Contigo, o una nueva plataforma política, que se presente a las elecciones autonómicas y convenza a esos votantes que fueron al Psoe y no volverán porque se sienten defraudados, para que les voten a ellos, y que no van al PP. Que no se queden en casa, que voten centro, que sean bisagra sino ganan, que se les oiga. Servirá para moderar ese parlamento, tranquilizar los ánimos y dar apoyo parlamentario a una fuerza nacional con visión de Estado y de futuro.
Ahora buena parte del pueblo español se manifiesta en la calle. Pero no hay batalla que valga, ni debe de haberla. Los españoles tienen derecho a manifestarse, reivindicar el interés general y mayor sentido común a sus gobernantes, por supuesto de forma pacífica.