Lo importante es que el gato cace ratones

Alfredo Núñez Feijoo se ha tomado en serio ser candidato a la investidura después del encargo del Rey, no es para menos. Casa Real difundió un comunicado en el que argumentaba su decisión por su costumbre de designar al líder del partido más votado, en este caso el PP, en las últimas elecciones generales, y por no tener Pedro Sánchez del PSOE apoyos superiores que los del PP en ese momento.

Feijoo quiere dialogar con todos los partidos políticos con representación parlamentaria, menos con Bildu. Quiere hablar con casi todos por mucho que de algunos esté en las antípodas de sus ideas de España y la gobernabilidad de las instituciones. Estoy, por tanto, en discrepancia con Juan Carlos Girauta, que hace unos días criticaba esta postura de Feijoo en su columna del ABC con el título “El PP blanquea a los golpistas”. Estoy seguro de que el líder del PP no va en esa dirección, lo que quiere es dar una imagen de centralidad, de hombre de Estado. Luego sus compañeros de viaje serán los que son más acorde con sus principios.

Después de que Francisca Armengol, presidenta del Congreso de los Diputados anunciara la decisión del Rey, se reunió con Feijoo para buscar fecha para la investidura. Ya la sabemos: el 26 y 27 de septiembre. ¿Tan tarde?, ¿a qué se debe este parón? Feijoo necesita tiempo para reunirse y convencer a diferentes partidos políticos que le den (o le cedan) esos cuatro votos que le faltan, sino pierde los que ya tiene, además del PP, de Vox, UPN y CC, para conseguir la mayoría absoluta.

También le hace falta tiempo a Sánchez para convencer a los independentistas que pueden contar con él. Pero ¿para qué? Parece que no es posible legalmente la amnistía que piden Junts y ERC. Tampoco un referéndum en Cataluña, sería inconstitucional. ¿Los independentistas dejarán que Sánchez les mienta para darles su apoyo?

¿De dónde pueden salir esos cuatro votos para que el PP de Feijoo gane la investidura? Del PNV, ya hay voces en sus filas que no están de acuerdo de un apoyo incondicional al PSOE. Fueron capaces de cambiar de bando en la moción de censura del PSOE contra el PP después de apoyar a Rajoy en la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado. ¿Por qué no pueden hacer ahora lo mismo y apoyar al Partido Popular?, teniendo en cuenta una evidencia: el PSOE está más cómodo con Bildu que con el PNV. Ellos son de izquierda, el PNV no lo es.

También es posible que esos cuatro votos salgan del PSOE. Cedidos, por ausencia o abstención. O por hastío. No sólo es Page en las filas socialistas el que se queja y le preocupa un nuevo gobierno Frankenstein.

En su reunión de hoy entre Feijoo y Sánchez el primero le ha propuesto al segundo que le apoye en la investidura, que el PSOE le dé sus votos, además de ofrecerle elecciones generales en dos años y, mientras, negociar seis pactos de Estado sobre la regeneración democrática, la viabilidad del estado del bienestar, el saneamiento económico, la conciliación en las familias, el acceso del agua y fortalecer la España de las autonomías. Todo lo argumenta Feijoo porque “no podemos permitir que la gobernabilidad de España se convierta en un bien a subasta e incluso que esté sujeta al chantaje permanente de aquellos que buscan privilegios particulares a costa y en perjuicio de la mayoría de los españoles”. Sánchez le ha dicho que no, su ambición de poder no tiene límites.

Mire lo que escribieron Jose Manuel García-Margallo y Fernando Eguidazu en su libro “España en su laberinto” (2022) al afirmar que hace falta un acuerdo entre los dos partidos mayoritarios, PP y PSOE, sin renunciar a sus ideas políticas, sobre  lealtad constitucional, respeto a la división de poderes, despolitización de las instituciones que hacen posible la división de poderes y/o el juego de contrapesos democráticos  (Tribuna Constitucional, Fiscalía General del Estado, …), tolerancia cero en el incumplimiento de las leyes, defensa de la integridad territorial de España, y afrontar las reformas económicas necesarias. No dicen ningún disparate, sus reflexiones son fruto del sentido común. Tan sencillo como eso.

¿Se imagina que Feijoo consigue los votos necesarios en primera o segunda vuelta? Por sorpresa o por pactos, lo ideal sería que se consiguieran con luz y taquígrafos.

La cita del título de este artículo se la asocian a Felipe González, aunque su origen está en un proverbio chino. Ambas circunstancias fueron de la mano para que González la reiterara en diversas ocasiones durante su viaje institucional a China cuando era presidente del Gobierno de España. Fue un viaje criticado por algunos porque iba a un país con una dictadura comunista donde no se respetan los derechos humanos. El fin justifica los medios, es el significado de esta cita. La usó para justificar ese viaje, ya ve, como si no estuviera claro que había que hacerlo por razones económicas y sociales.

Y por citarlo, reivindico el PSOE de Felipe González, Joaquín Leguina o Alfredo Pérez Rubalcaba. Un PSOE con altura de miras, un partido de Estado capaz de sentarse a negociar reformas estructurales con otros partidos constitucionalistas. Un PSOE que no quería saber nada de pactos con independentistas, extrema izquierda o herederos de ETA que no quieren integrarse en la actual convivencia democrática sino destruirla para llevarnos a una ruptura con la Constitución de 1978 y todo lo que ello significa, nada menos.