La Venta de Borondo en Daimiel volverá a ser el epicentro de la Jornada Cervantina, una tradición que se mantiene desde 2017 gracias a la iniciativa de la delegación de Cultura. En esta ocasión, como novedad, el evento pasa a celebrarse en la tarde del próximo 27 de abril, a las 17:00 horas. Esta actividad cuenta con la participación de la Asociación Cultural Venta de Borondo y Patrimonio Manchego.
La Venta de Borondo volverá a ser el escenario de la VIII Jornada Cervantina, enmarcada dentro de la programación de la delegación de Cultura para las Jornadas del libro 2024 en Daimiel. En esta ocasión, como novedad, el evento pasa a horario vespertino del próximo 27 de abril y será a las 17:00 horas.
La jornada se iniciará con una ruta de dificultad baja y accesible por el entorno que rodea el histórico edificio, aunque no será obligatorio participar en ella en el caso de asistir. “Es una manera de explicar la venta y el entorno ya que el edificio no es visitable”, indicó el presidente de la Asociación Cultural Venta de Borondo y Patrimonio Manchego, David Cejudo en Radio Daimiel.
Tal y como avanzó, será a la caída de la tarde será cuando se inicie la tradicional lectura de la obra maestra de Cervantes, “un acto singular puesto que “no hay mejor lugar en Daimiel para leer el Quijote que en una venta con más de 400 años de historia.”
Un edificio que pasó a titularidad municipal en junio de 2022 y que, desde entonces, el Ayuntamiento daimieleño está trabajando en la búsqueda de financiación externa para mantener y conservar este Bien de Interés Cultural (BIC).
En este sentido, en 2024 vio la luz la licitación para reparar con carácter de emergencia la cubierta de las alas este y sur del inmueble, a través de la Diputación con una subvención nominativa de 86.700 euros.Respecto a esta cuestión, Cejudo comentó que la licitación “está abierta pero aún es pronto para hablar de plazos de ejecución”. Consideró la importancia de las últimas lluvias, “bienvenidas para el campo y para todos, pero que a los monumentos les hace bastante daño” decía, especialmente, “para aquellos que se encuentran en estado de abandono, como es este caso.»
