Es un placer poderse mezclar con el resto de la población y departir con ella los temas generales del estado de ánimo colectivo. Hoy he estado en el centro de mayores de mi población y he podido sopesar en qué tipo de preocupaciones estamos inmersos, porque hay noticias de calado político que afectan el día a día de la población en general y que sin duda son comentadas con mayor o menor fortuna por los ciudadanos de a pie.
En principio queda claro que el pensamiento general de la población es que los políticos españoles son de muy baja catadura y que en realidad no existen (al menos de los conocidos) ningún líder político que ilusione a la población en general.
Lo peor viene cuando se baja directamente a la noticia del día, o a la de calado importante del país, y se percibe que no interesa nada, pero nada de nada, trasladando el interés general al fútbol o a los viajes del IMSERSO o a las dolencias particulares de cada uno.
No tiene ningún interés, si se han reunido tantas personas para aclamar a su jefe de partido (y esta semana ha habido concentraciones de PP y de PSOE) o que sobrepasemos los 4 millones de mileuristas, o que 50.000 niños vayan a la escuela en barracones o que más de 2 millones de personas estén en el límite de la pobreza absoluta, o que tengamos empleados trabajadores con contrato y pobres, o que no hagamos ni caso a que hayan fallecido 30.680 en las residencias de la tercera edad, porque nos hemos acostumbrado a aceptar que la población una vez jubilada, o pensionista ya vive bien con la paguita que percibe en concepto de pensión, sin valorar lo que cada persona ha aportado durante toda su vida mediante detracción de su nómina y hasta dónde llega su derecho a protestar.
El estado que tiene delegada a los ayuntamientos la función de tutelar y procurar por el bienestar de sus ancianos, no se preocupa de construir ( u obligar a que los ayuntamientos construyan) centros de día, donde esas personas mayores puedan ser atendidas y que puedan residir en sus domicilios, tampoco obliga a que esos entes municipales y por extensión a los autonómicos y por supuesto los estatales que creen los cuerpos de asistentes sociales que atiendan a las personas mayores y dependientes en sus domicilios, obligándolos a que sean los usuarios los que se desplacen a las dependencias municipales para cualquier atención.
Capítulo aparte merece la pena explicar que los centros de mayores para el recreo diario, normalmente están en los núcleos centrales de la población y cuando eso se lleva a lugares donde existen 16 focos de viviendas distanciados de ese centro poblacional (urbanizaciones) no se dota de transporte público a esa población de mayores, lo que se agrava de manera importante cuando se precisa asistir a los centros de salud, a los que por cierto tampoco pueden asistir cuando quieren porque se ha de solicitar cita previa.
Ya no quiero hacer más sangre refiriéndome a la atención bancaria, la cual se beneficia de cobrar las pensiones de 10 millones de españoles sin ofrecer atención a esos usuarios y eso no sería lo más grave, porque aparte de la falta de atención, resulta que en la mayoría de poblaciones de pequeño tamaño, se han cerrado las sucursales bancarias, dejando en las más afortunadas un cajero automático, para que la población anciana opere, sin tener conocimiento de informática en la mayoría de los casos.
En cuanto al capítulo de residencias para personas “seniors” o de la tercera edad, le dedicaremos un capítulo especial solamente a ellas porque se lo merecen.
Así que después de lo explicado (y sé que me dejo un montón de cosas que reivindicar) constato que la población de mayores nos hemos rendido y eso beneficia al actual gobierno y a cualquiera otro que venga después de este y de los sucesivos, porque en un país de 48 millones de habitantes, 10 millones de ellos (20,8%) que son jubilados y pensionistas no se atreven a reivindicar sus derechos por el miedo constante que produce lo que pregonan esos políticos de porquería que tenemos en el país
Porque si en lugar de ser un país de corderos dirigido por los lobos, fuésemos un país de personas inconformistas, y supiésemos explicarles a la juventud que nuestros problemas serán los suyos mañana, iniciaríamos un MOVIMIENTO UNIDO tendente a colocar a nuestros propios representantes en el parlamento español ( que si fuésemos todos seriamos mayoría absoluta), y obliguemos a que ese presupuesto general del estado que supone casi MEDIO MILLÓN DE MILLONES DE EUROS anualmente sea gastado de forma consensuada con el pueblo español, en lugar de que lo determine un gobierno de inútiles, “otro gallo nos cantaría“
Desde UNIÓN EUROPEA DE TRABAJADORES Y PENSIONISTAS tenemos puestos los cimientos para constituir ese movimiento de unidad amplio por el que podamos dar por terminado el mal gobierno de la izquierdo y el igual malo de la derecha en el país y que obliguemos a cambiar el signo de la política para hacerla más cordial y más empática y que se atiendan a los colectivos más necesitados de forma primordial, porque el objetivo de unos gobernantes debiera ser el que la población viva dignamente y no precisamente los políticos