La fragata Santa María, integrada en la Operación Atalanta de la Eurepean Union Naval Force, monitoriza un pesquero chino, secuestrado por 18 piratas armados en aguas somalíes, según fuentes del Estado Mayor de la Defensa, y ejerce actuaciones de coordinación entre autoridades de China y Somalia para mantener la seguridad en la tripulación y en el buque.
La Operación Atalanta es una misión militar de la Unión Europea, iniciada en diciembre de 2008, para combatir la piratería en el océano Índico y el mar Rojo, especialmente frente a las costas de Somalia
Su objetivo principal es proteger los buques del Programa Mundial de Alimentos (PMA) y otros envíos vulnerables, así como disuadir, prevenir y reprimir los actos de piratería y robo a mano armada. Además, la operación supervisa las actividades pesqueras y combate el tráfico ilícito en la región.
La fragata Santa María está actualmente desplegada en la Operación Atalanta. Cuenta con varias capacidades avanzadas, incluyendo un helicóptero SH60-B, un sistema UAV ‘Scan Eagle’, y un equipo médico-quirúrgico avanzado. Además, está equipada con una batería Mistral de Infantería de Marina y un equipo de Operaciones Especiales de la Fuerza de Guerra Naval Especial (FGNE). Su presencia en la zona es crucial para disuadir y responder a las amenazas de piratería, asegurando un entorno marítimo seguro para el tráfico internacional.
La participación en la ‘Operación Atalanta’ se enmarca en el firme compromiso de España con la Política Común de Seguridad y Defensa de la Unión Europea, en términos de proporcionar una respuesta integral de la Unión Europea para la estabilidad y seguridad marítima internacional. España es uno de los mayores contribuyentes a esta misión, aportando buques y personal militar.
Desde la creación en 2008 de la ‘Operación Atalanta’, las seis fragatas de la 41 Escuadrilla de Escoltas, con base en Rota (Cádiz), dan continuidad a la interrumpida presencia de la Armada en ella navegando por aguas del mar Rojo y del océano Índico occidental.