En la sociedad actual, es lamentable constatar que el trato hacia los mayores que se les dispensa en el seno familiar y sobre todo en las residencias de la tercera edad. Una vez observado, y encuestado tanto a personas como a entidades del sector detectamos que deja mucho que desear el proceder de dichas instituciones.
Los/as integrantes seniors son esas personas, que han dedicado gran parte de su vida al trabajo y a la crianza de sus familias, anteponiendo ambas cosas a su propia vida y disfrute del bienestar, por lo tanto, merecen un respeto y una atención adecuada en esta última etapa de su vida.
La sociedad actual “aparca” a sus mayores en sórdidas y lúgubres residencias denominadas de la tercera edad. Es triste ver cómo muchos de nuestros mayores son relegados a un segundo plano en la vida familiar y en la cotidiana, son olvidados y abandonados en residencias donde no reciben el cuidado y la atención que merecen y que en innumerables casos ni siquiera son visitados y atendidos por su propia familia, con lo que estas instituciones se convierten en lugares impersonales y fríos, donde los ancianos se sienten solos y desamparados.
Pueden ustedes pensar que no estoy acertado en mis explicaciones, pero les voy a ilustrar mi escrito con unos cuantos datos para situarles en el contexto correcto.
Residencias para seniors en España 5.542
De estas son públicas 1.435
Personas ingresadas en residencias 389.031
Precio medio de una residencia en España 1.830,54 €
La más barata de media (burgos) 1.091 €
La más cara de media (san Sebastián) 2.560 €
fallecidos por COVID en residencias en España 34.571
Con los datos insertados (que les garantizo están al día) pueden ustedes mismos/as comprender que faltan residencias para una población de 48.millones de españoles , que evidentemente han de haber suficientes residencias de carácter público , y que su número debería estar muy por encima de las privadas. Y que vistos los precios en que se mueven por ingreso mensualmente estos negocios , un español/a medio con sueldos mileuristas no puede ingresar para que atiendan a sus mayores dignamente a una residencia puesto que esos miserables sueldos por trabajo, han creado una nueva categoría laboral y es la de “trabajadores pobres con contrato “
Es fundamental que se promueva un cambio en la forma en que se trata a nuestros mayores en las residencias de la tercera edad. Es necesario que se les brinde un trato digno y respetuoso, que se les escuche y se tenga en cuenta sus necesidades y preferencias. Además, es imprescindible que se garantice una atención de calidad en términos de salud, alimentación y bienestar. Los ancianos deben recibir una atención médica adecuada, así como una alimentación equilibrada y actividades que promuevan su bienestar físico y mental.
Asimismo, es importante fomentar la participación de los mayores en la toma de decisiones que afecten su vida en la residencia. Ellos deben tener voz y voto en asuntos que les conciernen, como la planificación de actividades, la elección de los cuidadores o el control alimenticio. Nos hemos de mentalizar que es responsabilidad de todos, como sociedad, velar por el bienestar de nuestros mayores.
Debemos exigir que se cumplan los estándares de calidad en las residencias de la tercera edad y denunciar cualquier tipo de maltrato o negligencia. Hemos de denunciar y por lo tanto exigir contundentemente la inspección del estado a esos centros, (somos conocedores de que no se realizan inspecciones sistemáticas y que, en muchos, por no decir demasiados casos, antes de que se persone la inspección se avisa a la residencia de que se les inspeccionará tal día) Estas exigencias se han de materializar definitivamente puesto que es un derecho constitucional favorecer la vida digna de los habitantes de España.
Además, es fundamental promover una cultura de respeto y valoración hacia nuestros mayores, pero no solamente institucionalmente (que no se les tiene ninguna consideración y que el pensamiento general es que los mayores sobran), si no que ese respeto, y amor ha de producirse en su primer estadio en el propio domicilio de la persona mayor, puesto que la sociedad denosta y prescinde de la experiencia y sabiduría de los mayores paras circunscribirlos en un grupo social que cuanto antes desaparezca mejor, porque son los guardianes de las buenas costumbres, los valores educacionales y el amor familiar , pero desgraciadamente esos valores ya no son ni tan siquiera considerados y por lo tanto se han perdido para siempre y todo ello sin olvidar nunca que nuestros mayores son parte fundamental de nuestra historia y de nuestra sociedad, además de ser ellos los que han conseguido el bienestar social que disfrutamos actualmente en el país.
En conclusión, es necesario un cambio urgente en el trato que se les da a los mayores en las residencias de la tercera edad y en el seno familiar. Debemos garantizarles un trato digno y respetuoso, así como una atención de calidad en términos de salud y bienestar. Es responsabilidad de todos luchar por el bienestar de nuestros mayores y promover una cultura de respeto y valoración hacia ellos.
Por lo tanto, me permito hacerles a ustedes partícipes de nuestro empeño , EN CUANTO LLEGUEMOS AL PARLAMENTO ESPAÑOL, implementaremos las leyes y normativas necesarias para que lo explicado se cumpla al pie de la letra, así que tomen nota y ayúdennos a poder ser parte del arco parlamentario porque necesitamos de su ayuda si queremos resolver esta manifiesta injusticia por otorgarle un adjetivo suave.
