Esta caduca sociedad hispana está bajo mínimos a juzgar por cómo se están desarrollando los acontecimientos dentro y fuera de nuestras fronteras.
¿Alguien puede imaginar que en algún país, civilizado o no, se pueda dar el esperpento protagonizado en la comedia bufa de Puigdemont sin que muestre nadie el mínimo rubor?
¿Alguien puede imaginar que un ayuntamiento pueda organizar “cursos” a niños y jóvenes de como lanzar cócteles molotov contra la policía, arrastrar contenedores hasta precipitarlos contra coches patrullas y demás actos vandálicos contra las fuerzas de orden público?
¿Alguien podía imaginar la llegada de decenas de miles de inmigrantes sin ningún control gubernamental abarrotando islas y haciendo muy difícil la convivencia en ciudades como Ceuta y Melilla?
En mi condición de alumno primero y docente después, jamás vi que los centros de enseñanza fueran absolutamente asépticos, en lo referente a estar más o menos contaminados por credos, doctrinas, ideologías y otros intereses, incluidos los económicos.
Primero fue la Iglesia, después aquel régimen, de inmediato los diferentes gobiernos con sus respectivas leyes educativas, los medios de comunicación y por último, las nuevas tecnologías…
Todos, absolutamente todos, intentaron adoctrinar y a veces lo consiguieron cumplidamente.
Y Cataluña en esto se lleva la palma, haciéndolo tan a las claras que incluso parece una provocación.
Observo como muchos se meten en berenjenales que nada tienen que ver con la realidad, incluso hay quienes se rasgan las vestiduras sin ser padres, o los que aún siéndolo, nunca se ocuparon de la educación, ni formación de sus hijos.
Porque para algunos el valor de sus hijos lo cuantifican en el placer que les supuso su fabricación.
Estos desorientados modernistas, viejunos en ideas, gritan como posesos, como consecuencia de lo que su calenturienta imaginación les dice, que los niños españoles están siendo adoctrinados de manera masiva y exhaustiva.
Creen que adoctrinadores malévolos acuden a los centros de enseñanza cada mañana para crear individuos perversos.
Creen que todo lo que sucede en los centros escolares está perfectamente programado, revisado y ejecutado por una comunidad educativa a la deriva.
En las diferentes regiones españolas, esto es innegable, de adoctrina a lo burdo, descaradamente, a las claras, sin tapujos…
Agentes ajenos a los centros de enseñanza son los que están dinamitando la Enseñanza para darle la puntilla a la que fuera hasta hace poco, una de las enseñanzas de mayor prestigio y calidad del mundo.
La tan vilipendiada y castigada ESCUELA PÚBLICA ESPAÑOLA ahora es la preocupación de unos politicastros que llevan como vitola su odio a España.
La Enseñanza Pública debiera ser la única sin ideario y sin embargo no lo es porque depende de si es rural o de ciudad, si es de de un barrio o de otro, si es de una región de costa o del interior, si hay otra lengua oficial o no…
A los que nos dejamos media vida en la defensa de la Escuela Pública nos duele profundamente este malestar, este confusionismo, estas sospechas encaminadas a terminar de cargarse lo que queda de la Enseñanza Pública.
El problema empieza cuando los padres delegan la educación en quien jamás debieran delegar, puesto que la Educación es la responsabilidad del más estricto ámbito familiar, no del político de turno.
Cuando en determinadas comunidades se les dice a los alumnos que todo es mentira y la única verdad es la que cuentan ellos, la desafección de los alumnos por España es Total.
Nueva Geografía, nueva Historia, nueva Gramática, nuevas Ciencias, nueva Lengua, nuevos conocimientos…
La nueva realidad ya está instalada en Vascongadas, Cataluña, Valencia, Galicia, Navarra Baleares.
Los alumnos ya presentan “otra” formación, “otro” modo de pensar, de sentir, de reaccionar y esto no ocurre en ningún país del mundo, civilizado o no.
El mal ya está hecho, el resultado no puede ser más desesperanzador.
Y el esperpéntico Puigdemont será transmitido a los niños catalanes como un héroe, como el nuevo Cid Campeador…
Siendo la realidad la que muestra un pobre diablo, ridículo, zafio, cobardón, panolis..Todo un personaje bufo del cine mudo.
Nunca la enseñanza tuvo tan bajo nivel, a lo peor tiene algo que ver que tanto muy elevado de alumnos a penas hablan español con cierta fluidez.
