No hay duda que el ya inminente otoño se presenta extremadamente preocupante, al menos, absolutamente incierto.
El verano a punto de dar sus últimos coletazos apenas ha apaciguado los ‘tambores de gresca» que predicen luchas sin cuartel de todo tipo, incluso fraternales e intestinas.
El PSOE muestra su peculiar ruido de espadas, con Aragón ya desmarcado, CLM amenazando, Extremadura mosqueada, Madrid expectante, Asturias pendiente, Galicia desorientada, Andalucía remolona… los históricos barones tensos, el aparato bien engrasado, el «gran estratega en manuales de resistencia» con los ases precisos y comodines necesarios guardados en sus mangas, pernil y hasta en la mismísima bragueta. Mientras, la sufrida militancia, a órdenes, como siempre.
Al final, mucho ruido y pocas nueces. Ni bases, ni aparatos, ni barones, al final, rememorando las palabras del ministro de transportes, el puto amo manda.
Lambán tendrá un emotivo homenaje y Page seguirá siendo el niño travieso del PSOE, que no rebelde. Page gana por mayoría absoluta y si le mueven la silla caerá el partido pese a que el PP carece de líder en la Región hasta que se den cuenta que el recambio está en Seseña.
Podemos, Sumar, Comú, Compromis, Más y sus afluencias, confluencias, divergencias y somnolencias, están en desbandada corriendo hacia ningún sitio y vuelta a empezar…
VOX sorprendido por la cantidad de torniquetes que debe apretar antes de desangrarse, con un Abascal en caída libre sin tener ningún asidero donde agarrarse.
Los separatistas cada vez mas separados y los independentistas cada vez más dependientes hasta que sus despensas vuelvan a estar bien guarnecidas para una temporada…
Puigdemont haciendo el Tancredo, el PNV permanecerá entretenido con sus angulas al ajillo, merluza al pilpil, cocochas rebozadas, chacolí y cuajadas con arándanos. Ya sabemos, el PNV a lo suyo a dejarse querer por el estómago que no por ideología.
El PP con su peso pesado Cuca, aburriendo al personal con su sonrisa de Pelikán.
La Cuca es el paradigma de la sonrisa a punto de convertirse en rictus, y el gallego más despistado de Galicia tratando de desalar sus lagunas de agua dulce y hasta imitará a Sánchez con su congreso para ver quién la tiene más grande, si Sánchez o él.
No pretendo ser alarmista, pero esto cada vez me huele más a chamusquina, otras veces que me olía a barbacoa.
La mayoría de los ciudadanos están entretenidos en subsistir como sea, en llegar a fin de mes de la mejor forma posible, en conservar su estatus a costa de quién sea, o seguir viviendo, aunque sólo sea un día más.
Y como siempre sucede, serán los más débiles las víctimas propiciatorias de quienes están dirigiendo la hecatombe económica que se avecina y para que nada sea tan duro los directores del cotarro denominarán a las víctimas, los pobres, daños colaterales
Un eminente político griego decía, que las guerras las crean los gobernantes para su subsistencia, siendo el pueblo el que pone los muertos que de inmediato dejarán de ser pobres.
Los sociólogos vaticinan que se aproxima una gran revolución que impondrá nuevos conceptos, emergerán nuevos valores y comportamientos, y pondrán patas arriba el actual sistema social, político y económico europeo…, pero habrá que pagar un peaje demasiado caro.
Que se lo digan a los franceses, alemanes e italianos. A ver qué está ocurriendo con la irrupción de la extrema derecha…
Ya sabemos que hay que comprar ropa, calzado, libros de texto, material escolar, la calefacción, el 20% de subida de la cesta de la compra… y la hucha vacía llena de telarañas y por si fuera poco aún queda la feria del pueblo.
Es la propia sociedad que acaba de agotar sus vacaciones la que se encuentra en una profunda crisis, no exclusivamente los que debieran ser sus servidores, porque todo es consecuencia de todo. Sus servidores, los políticos han tenido tiempo de blindarse.
Los ingleses siempre atentos a sus principios de corsarios de pro, han desplegado velas y se han resguardado en sus habituales refugios donde combatir tempestades con brexis pero sin el lastre que representa Europa.
Esta sociedad está a punto de reeditar a Sodoma y Gomorra, entregada a todo tipo de vicios y excesos, ajenas a la realidad de lo que representan los pueblos a la deriva.
Y como ejemplo sirva la dantesca escena de Roma ardiendo y Nerón riendo satisfecho asomado a las ventanas de su palacio.
Tendremos que aprender de nuevo de nuestros errores, aunque el aprendizaje le salga de nuevo muy caro a los más débiles, que tienen una movilidad muy reducida, tan reducida como su economía y sus recursos, no pudiendo huir de la quema, porque ellos servirán de combustible.
Es la eterna canción… el rico al bollo y el pobre al hoyo…
Ahora nos obsequiarán los partidos políticos con sus, algo que al común de los mortales no la traen al pairo.