Los espectáculos insulsos, interesados, doctrinales y tóxicos que nos ofrece a diario esta nueva subclase y sus tribunas de difusión, camufladas en los medios de comunicación, están produciendo un frontal rechazo en la ciudadanía que terminará con el desapego más absoluto a esta desesperante infrapolítica.
La actual «política» española no es diferente a la americana, sirva como consuelo a esa parte de la sociedad española que tiene a Yankilandia como referente de modernidad, progreso y bienestar.
Sólo hay que ver a Trump para darnos cuenta del auténtico nivel del país más poderoso.
Y si no tienen bastante, sigan con China o con Rusia en esa relación de insufribles potencias…
Últimamente estamos sufriendo unos espectáculos que están fomentando la creación de un clima sumamente enrarecido, contribuyendo a una exagerada crispación entre los sufridos espectadores.
Los miércoles representan el espectáculo más denigrante jamás imaginado, que denominan «Control al Gobierno», lo que en realidad es un bodrio de lo más denigrante e insultante.
Mientras, en Valencia y en CLM, buscan cadáveres, entierran a sus muertos, lloran a sus familiares desaparecidos y tratan de superar el drama más desesperante.
Pero cada uno de estos cantamañanas tiene sus parroquianos, sus plebeyos, sus fans, sus súbditos, sus voceros, sus mayordomos y hasta sus propios mamporreros encargados de llenar todo de pringue.
Y no sé porqué recuerdo ahora a Zapatero invitando a follar, a Mónica Levinski aliviando al jefe en el saloncito oval y todos los casos que últimamente se están dando en nuestro país, incluyendo a Aznar cuando invitaba a tomar todos los vinos estando conduciendo.
Los americanos se han liberado de un yayo despistado y estrenan o a otro gamberro. A Biden «muerto», Trump puesto, ambos creyendo que España estaba al sur de Méjico, así que puñetera la gracia que hacen ambos.
No sé cómo vamos a soportar de nuevo la tierna, romántica, sensual y delicada imagen de Trump tocándole el culo a la explosiva Melania. Esa rubia que hace honor a la leyenda negra que las rubias padecen por culpa de aquella Marilyn Monroe.
Regresa el hortera, burdo, bufón, gamberro, chabacano y ordinario yanki, para divertirnos con sus payasadas de bestia de plexiglás y té panocha bañada en mostaza.
Mientras aquí sigue la gran serie protagonizada por el gobierno más débil de la Historia, la oposición más gaseosa y los adláteres más chupópteros, insaciables y ridículos.
Eso sí, cada vez estoy más seguro que España tiene una flor en el culo, porque no hay nación en el mundo capaz de tragar todo lo que está soportando este maravilloso, extraordinario y sublime País sin inmutarse.
Todo lo que estamos aguantando los españoles me sirve para estar más orgulloso de haber nacido esta tierra de María Santísima.