-
Crea vínculos afectivos en las personas
-
Su poder terapéutico radica en la oxitocina que genera afectividad
-
Hay catalogados más de 100 tipos de besos
-
traicioneros como “el beso de Judas”
- “Besar el suelo” cuando nos caemos
- La pandemia dejó en suspenso los besos
En el ámbito de la comunicación corporal, hay un aspecto que destaca sobre los demás por su versatilidad, capacidad de generar confianza, respeto, afecto y amor: el beso. En el más estricto sentido estricto etimológico, basium es una voz de origen celta referida a la acción de besar con el sentido también de “golpe que se dan las cosas cuando se tropiezan unas con otras”. De ahí que en una caída de nuestro cuerpo al suelo se pueda afirmar que “hemos besado el suelo”.
El experto en expresión emocional de la Fundación Economía y Salud, Julio García Gómez, afirma que hay catalogados más de 100 tipos de besos, que en función de la duración, la posición de las caras, la intención de los protagonistas y la intención, nos presentan claves de interés en el análisis de la comunicación no verbal.
El director del Diploma y Curso de Comunicación en Salud de la fundación, destaca que el beso es una forma terapéutica de estrechar lazos y obtener afectos entre personas que atraviesan procesos de ansiedad o tristeza. Un beso a tiempo es capaz de generar las mejores sensaciones en las personas y de comunicar afecto.
100 maneras de besar
Entre las formas más extendidas de practicar el beso, se encuentran las vinculadas a los lazos afectivos y emocionales en el ámbito familiar:
besos de cariño de padres a hijos, entre hermanos, besos de nuestros abuelos. El amor de nuestros mayores, entre ellos y con los demás, también se manifiesta con el beso.
El beso en la mejilla es siempre un beso cariñoso de amistad, que en algunas civilizaciones es símbolo y sello para cerrar un compromiso entre hombres. En otras, las mujeres se besan cuando se saludan, mientras que los hombres se dan un abroazo o simplemente la mano.
La pandemia dejó en suspenso el beso, ya que era necesario evitar el contacto físico. Sin embargo, se practicaron besos “virtuales”, con la mano en la boca, lanzando un beso a la otra persona. La mascarilla fue la enemiga número uno del contacto físico para el beso.
El beso se extiende a una práctica de cortesía que va del besamanos real, al beso de pasión entre enamorados y hasta el beso traicionero de Judas. Ahora en Semana Santa podemos recordar la traición a Cristo, uno de los episodios evangélicos de la Pasión de Jesús. El beso se lo da Judas en el Huerto de Getsemaní después de la Última Cena y conduce directamente al arresto de Jesús por la fuerza policial del Sanedrín.
El beso en España tiene una larga tradición artística popular que va de la pintura, a la escultura y a la copla tradicional: “la española cuando besa es que besa de verdad”, el pasodoble del toledano Maestro Moraleda.
El beso de Gustav Klimt, lienzo al óleo y pan de oro de 1908, es una obra maestra de la pintura que rinde homenaje a este acto de amor.