El consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Julián Martínez Lizán, ha puesto de manifiesto la importancia del aceite de oliva de la Sierra de Alcaraz como motor económico y referente de calidad en Castilla-La Mancha.
Durante su intervención en el programa ‘Agropopular’ de la Cadena COPE, emitido desde Alcaraz, el consejero destacó que esta comarca albaceteña cuenta con cinco almazaras que producen anualmente alrededor de 15,5 millones de kilos de aceituna, lo que representa un 21% del total de la provincia. Las variedades predominantes en la zona son Picual, Salgar y Cornicabra, aunque también se cultivan en menor medida Arbequina, Picudo y Manzanilla.
Un Paso Más Allá de las Marcas Colectivas
Martínez Lizán subrayó la importancia de las marcas colectivas como Aceites de la Sierra de Alcaraz, Campos de Hellín y Valle de Alcudia. No obstante, señaló que el objetivo es ir más allá y convertirlas en Denominaciones de Origen Protegidas (DOP), sumándose así a las cuatro DOP de aceite que ya existen en la región. Esta iniciativa, según el consejero, reforzaría la calidad y el prestigio de los aceites castellanomanchegos a nivel nacional e internacional.
Un Motor para el Desarrollo Rural
El consejero resaltó la necesidad de impulsar el desarrollo rural de la Sierra de Alcaraz, y aseguró que el aceite de oliva puede ser un motor clave en este proceso. Además de su valor económico, el aceite de oliva es un elemento fundamental de la cultura y la gastronomía de la región.
«La producción de aceite de oliva debe ir de la mano del turismo», afirmó Martínez Lizán, destacando el rico patrimonio cultural y artístico de Alcaraz, con su plaza mayor, su vía verde y su santuario. Al combinar la producción de aceite de alta calidad con la promoción del turismo, se puede generar un desarrollo económico sostenible en la comarca.
Castilla-La Mancha, un Referente Oleícola
Castilla-La Mancha se consolida como la segunda región productora de aceite de oliva de España, superada únicamente por Andalucía. Con más de 452.000 hectáreas de olivar y 83.000 olivicultores, la región cuenta con un sector oleícola sólido y dinámico.
El aceite de oliva de la Sierra de Alcaraz es un ejemplo de la calidad y el potencial de la producción oleícola castellanomanchega. Su reconocimiento a nivel nacional e internacional contribuye a posicionar a la región como un referente en el sector.