Acaban de terminar unas elecciones, que en teoría han sido municipales. Pero he ahí en mi opinión que en esta ocasión no ha sido así, que en esta ocasión nos han traspapelado las urnas.
No tiene la culpa el votante, porque después de una campaña de: “hay que echar a Sánchez o aupar a Feijóo”, de “que viene la ultra derecha o la extrema izquierda”, de “Hay que salvar a los españoles”, aunque cada uno a su manera, nos han hecho olvidar que en las municipales votamos más a personas y no tanto a siglas, votamos a ese señor o señora que vive con nosotros, conoce nuestros problemas de verdad y no depende de gente que vive en una ciudad muy lejos y no conoce nuestras necesidades más cercanas.
Cada vez es más manipuladora la información que nos hacen llegar algunos grandes medios. Llevándonos a confundir que es lo queremos votar. Nos avasallan de tal manera con una información tan partidista y fuera de contexto, que nos hacen reflexionar sobre lo que ellos quieren y no nos dejan pensar en lo que queremos nosotros.
¿De verdad son tan importantes las siglas? ¿Hemos pensado si a esas siglas, tan lejanas a nosotros, les podemos pedir explicaciones? De verdad, cuando vayamos a pedir explicaciones de ¿porque no se hace el parque que nos prometieron o el arreglo de la calle?, a la persona que representa esas siglas, no tendrá reparo en decir que: “no ha venido de arriba”. Porque la verdad es que a esa persona, la nombró y elegió esas siglas y en un municipio muy lejano al nuestro, no por nosotros, y a ver qué capacidad tenemos de protestar a unas siglas.
Yo haría una reflexión para las próximas elecciones y pensaría más en términos municipalistas, de personas y no en siglas y por miedo.
Quiero aclarar que yo no soy de esos que le echan la culpa al votante, el pueblo nunca se equivoca, pero si podemos parar, situarnos y ver donde estamos, y entonces votar lo que de verdad pensamos que es lo mejor para nuestro pueblo o ciudad.