Así suena la respuesta de un profesor, un padre, un compañero, etc., cuando hace caso omiso a un niño o niña que es acosado en su entorno escolar por compañeros o profesores.
Este tipo de respuesta deja en el menor una sensación de impotencia y desesperanza por la vida.
Pero… ¿cómo qué si es conmigo?, claro que sí, ES CONTIGO, CONMIGO, CON TODOS, somos los adulto y debemos poner los límites a la situación.
Ante esta arma letal que está matando a nuestros niños, niñas y adolescentes, todos TENEMOS DEBERES, como primer contacto del niño o niña en situación de acoso.
Como padre o madre del niño o niña que se siente acosado, debes atender de primera mano esta situación con constancia y cercanía, acompañar a tu hijo o hija a superar este difícil momento. Debes enseñar a tu hijo desde casa a comunicarse contigo de manera asertiva, creer en su palabra y brindarle la seguridad de que estas con él pase lo que pase, darle mucho amor y comprenderlo. Así como hablar con la institución educativa, de ser posible en todo momento, no se puede bajar la guardia.
Como padre o madre del niño o niña que comete Bullying, debes hacer seguimiento y tener conversaciones cruciales con tu hijo sobre la situación, validar que carencias tiene de tu parte, afianzar los valores de familia, reprender desde el amor y la comunicación.
Tu hijo comete Bullying porque tú trato, seguramente, no es el mejor hacia él (quiere atención) o porque el ejemplo de casa no es el adecuado y lo replica en “su entorno”. Tú como padre o madre desde la crianza eres el responsable de que tu hijo respete o lastime a otros niños.
Habla con los profesores y psicólogos de la institución para pedir apoyo y ayudar a tu hijo a la adaptación social. NO ACTÚES CON INDIFERENCIA mañana puede ser tú hijo.
Como profesor o profesora eres el responsable de estar ATENTO a estos comportamientos, si hay rumores hacer seguimiento en conjunto con los padres, actuar con cercanía, reforzar el acompañamiento a los alumnos. Reportar de ser necesario a las autoridades. Debes ser el garante de un entorno seguro para los niños y niñas que están en tu institución. Tener en cuenta que son menores de edad y que están una buena jornada del día a cargo tuyo.
Como psicólogo educativo debes implementar talleres donde se involucren padre e hijos, así como profesores. Crear espacios seguros donde se hable abiertamente del tema, si hay alarmas de que se comete Bullying actuar oportunamente con todos los actores implicados (niños y niñas, padres de familia, profesores, etc.), realizar constantemente talleres para afianzar los valores en los niños y niñas, colocar buzones de PQR´s, crear grupos focales, entre muchas otras actividades. Así mismo debes observar con detalle el entorno de los alumnos, aplicar test´s psicológicos e implementar técnicas de terapia en familia. Etc.
Como amigo o compañero del niño o niña que es víctima de Bullying, debes denunciar la situación ante los profesores, psicólogos o adultos responsables del centro educativo, quedarte en silencio te hace cómplice de la situación.
No hay excusas para no actuar y detener el Bullying, todos somos parte de esto, hay que ponerle atención para tener un sano entorno escolar.
1 comentario. Dejar nuevo
Interesante alegato ante una plaga social que es la indiferencia, y el no meterse en líos, espero que como a mí al resto que lee tal texto les ayude a reflexionar ante este problema, gracias