Solidaridad en Valencia, desde el primer día

Cuando la noche del 29 de octubre vimos las primeras imágenes del desastre que las lluvias habían provocado en algunos pueblos de Valencia, supimos que la ayuda iba a ser necesaria.

Rotary es una organización de servicio a la comunidad y estos desastres son situaciones que ponen a prueba nuestra capacidad de respuesta. Hay varios clubes rotarios en la ciudad de Valencia pero uno de ellos en la población de Torrent, muy afectada por la riada. Sus socios, desde el primer día programaron su trabajo para ayudar a sus vecinos, Pusieron una nave industrial propiedad de un socio para recoger toda la ayuda que les fuera llegando y empezaron a repartir las primeras peticiones que en aquellas horas se demandaban, agua y alimentos.

Compraron lo que necesitaban con sus fondos a sabiendas de que el resto de los socios rotarios no los íbamos a dejar solos. Y así fue, como sorteando obstáculos, prohibiciones y dificultades de acceso, poco a poco se inició un goteo de furgonetas de varios puntos del país haciéndoles llegar agua, comida no perecedera, ropa y utensilios. Lo que al principio era una nave para recoger, ordenar y distribuir la ayuda en las poblaciones vecinas acabo llenando 4 naves, sobrepasando con mucho la capacidad logística disponible para una organización como la nuestra.

Pero también llegaron los voluntarios que con coches y pequeñas furgonetas redistribuían calle por calle todo el material que les solicitaban los vecinos. Cuando las peticiones fueron cambiando hacia material de limpieza de calles, garajes, empresas  y domicilios, se compraron palas, botas de agua, maquinas hidrolimpiadoras, bombas de achique para garajes, mascarillas y trajes EPI. Y se volvieron a repartir por la calle para todos aquellos que lo pedían.

También se vieron socios de Rotary a los mandos de maquinaria  ayudando a la retirada de coches y limpieza de las calles, brigadas de limpieza en locales de todo el que lo solicitaba. Y así durante varias semanas.

 

La ayuda económica de muchos rotarios de todo el país y de varios países extranjeros, nos permitió disponer de los fondos necesarios para la compra inmediata de aquello que en cada momento se veía necesario.

Pero los días pasaron y vino el momento de evaluar el daño a las organizaciones de servicio que debían reiniciar su trabajo, era el momento de pensar en reabrir colegios, algunos muy dañados. Las asociaciones que atienden a colectivos vulnerables como enfermos de Alzheimer o centros de atención a personas con discapacidad se encontraron con un daño irreparable en sus locales y la pérdida total de sus materiales de trabajo. Llegó el momento de pensar en la reconstrucción y la reposición de todo este material. Para esto, en Rotary tenemos la posibilidad de formular proyectos con ayuda de fondos de socios internacionales y de nuestra Fundación Rotaria. Y así lo estamos haciendo, solicitando una ayuda que nos ha sido `puesta a nuestra disposición desde muchos países, unos cercanos y otros tan distantes como Méjico o Taiwán.

De esta manera nos proponemos aportar nuestro trabajo y financiación para reposición de mobiliario escolar, mesas y sillas, material informático, elementos de trabajo para fisioterapia y rehabilitación e incluso instrumentos musicales para las numerosas escuelas de música de las poblaciones arrasadas.

Pero los desastres también tienen nombres y apellidos, historias personales dramáticas que ponen de manifiesto la precariedad con que muchas personas sobreviven en condiciones normales y en estos desastres quedan totalmente al descubierto. En el transcurso de estos más de 30 días de trabajo en la zona 0 se han conocido casos particulares que se ha decidido apoyar. Es por esto que en la lista de compras, empiezan a aparecer lavadoras, neveras, hornos, camas, edredones sábanas y toallas. E incluso presupuestos de arreglos de electricidad, fontanería, o pintura.

En estos más de 30 días de trabajo, en Rotary se ha creado un comité de crisis que intenta ordenar y codirigir las acciones a patrocinar de forma coordinada para ser eficientes. No siempre ha resultado fácil frenar este tsunami solidario por parte de muchos clubes, incluso de provincias lejanas como Málaga, Sevilla o Extremadura  que ha desbordado la capacidad de almacenaje de las naves utilizadas.

Aunque manejamos a día de hoy unas donaciones que superan los 300.000 €, es casi el doble si sumamos los materiales adquiridos y no cobrados por las empresas que han renunciado a emitir factura al tratarse de ayuda para valencia.

Nuestras cuentas son claras, las facturas pagadas se publican cada semana en nuestras redes y la cantidad disponible para ese proyecto de actuaciones en reconstrucción en la segunda fase, alcanza ya un presupuesto de 250.000 $.

Seguiremos ayudando en los próximos meses y demostrando que lo socios de Rotary somos gente de acción, que ponemos nuestras manos en el barro cuando es necesario, nuestra cabeza cuando hay que organizar y nuestra capacidad de coordinación internacional para trabajar junto a la comunidad mundial cuando situaciones como la vivida en Valencia nos lo reclama. Somos sociedad civil, nuestros fondos son siempre donaciones en metálico o en especie de personas como vosotros, no manejamos fondos oficiales.

Esto no se trata de comparar cifras ni compararnos con el potencial de otras organizaciones más conocidas. Pero creemos de justicia dejar constancia de que cuando fue necesario, estuvimos ahí desde el primer día.

Luis Santos. Club rotario de Jávea. 29.11.2024

Tags: Acción Social, Magazine

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