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Carlos Velázquez asegura que se trata de una actuación “de justicia con este barrio donde se prometieron inversiones millonarias que nunca llegaron, y nosotros queremos ser útiles a los ciudadanos y cumplir con nuestro compromiso de dejar una huella positiva en la ciudad con hechos”.
El alcalde de Toledo, Carlos Velázquez, ha visitado hoy el barrio de Azucaica en el día en el que se cumple un año de la DANA de 2023 que provocó graves daños en toda la ciudad. Un barrio donde hoy comienza la primera fase de unas obras que tienen un objetivo claro, “evitar las inundaciones provocadas por las intensas lluvias”.
Velázquez ha indicado que esta obra consiste en la ejecución de una gran balsa, un sistema de retención de sólidos “para que todos los arrastres y las arenas que vienen derivados de los arroyos que proceden de otros municipios de nuestro entorno, no colapsen las conducciones que hay ahora mismo en este lugar”.
Una situación que se llevaba produciendo en Azucaica “por desgracia y lamentablemente”, los últimos años, y donde se habían prometido inversiones millonarias tras la DANA de 2021 y que nunca llegaron, por eso, ha indicado el alcalde, “es de justicia volver aquí, pero no a hacer ningún anuncio, sino a comenzar unas obras que van a ser muy importantes para el barrio y que van a minimizar en todo lo posible los daños producidos por las intensas lluvias”.
“Porque eso es lo que queremos hacer, ser útiles a los ciudadanos y cumplir con nuestro compromiso de dejar una huella positiva en la ciudad con hechos”, ha destacado el alcalde.
Esta primera fase cuenta con un presupuesto de 485.973,93 euros, a cargo de las actuaciones de la empresa TAGUS, y con un plazo de ejecución de 6 a 8 meses, que pone de manifiesto “la voluntad de hacer justicia con este barrio, y evitar que los daños tan importantes que se han producido hasta la fecha por estas intensas lluvias, no vuelvan a suceder y que los vecinos dejen de mirar al cielo con miedo cuando se anuncien precipitaciones importantes”.
El alcalde ha explicado además, que la normativa europea en estos momentos incide en renaturalizar los cauces, tanto de los arroyos como de los ríos, “algo que es imposible hacer en este barrio, por lo que tenemos que utilizar la ingeniería para tratar de evitar los daños que producen las intensas lluvias”.
Por lo tanto, ha añadido, “este sistema, con un gran espacio para depositar los sólidos y la arena, va a comenzar en la parte de la salida de la carretera de la Junta de Comunidades de Castilla la Mancha, con un sistema de gaviones que va a permitir, no solamente que el agua reduzca la velocidad cuando salga de la carretera, sino, sobre todo, que se deposite en esta zona que estará en gran parte al aire libre y otra cubierta para, posteriormente, en una segunda fase, poder canalizar el arroyo fuera del propio barrio”.
Y es que en Azucaica, los vecinos sufrieron múltiples desperfectos, tanto en sus viviendas como en los comercios, consecuencia del desbordamiento del arroyo Lazo, que sufre los arrastres del arroyo Villagómez, que nace en el municipio de Olías del Rey, y que “impide que el colector actual no pueda operar, se colapsa creando una correntía superficial que atraviesa todo el barrio”, como ha explicado el ingeniero director de las obras, José María Moreno.
Un mensaje para el resto de administraciones
Una actuación que empieza de cero, ha señalado el alcalde de Toledo, ya que, “de todo lo prometido en años anteriores no hay absolutamente nada, y ahora lo ponemos en marcha desde el Ayuntamiento de Toledo a través de la empresa TAGUS y que sirve de mensaje para otras administraciones que, aguas arriba, también tienen que hacer su trabajo”.
“Nosotros trabajamos en el ámbito de nuestras competencias, hacemos lo que podemos y está a nuestro alcance, podríamos decir que vengan otros y lo hagan, pero hay que ser conscientes y realistas y si no lo hacemos nosotros no lo va a hacer nadie, por lo que pedimos es que el resto de administraciones también cumplan y hagan lo que tienen que hacer para evitar estas situaciones”, ha indicado.
Un año de la DANA de 2023
El alcalde de Toledo ha recordado lo que se vivió en la ciudad hace justo un año cuando cayeron en menos de 12 horas casi 100 l/m²; solo en una hora, cayeron 40 l/m², “unos datos de tal magnitud que nunca antes se habían registrado y que provocó unas imágenes verdaderamente tristes que no habíamos vivido hasta la fecha”.
Los daños que provocó la DANA del pasado año 2023 por toda la ciudad tuvieron una ‘zona cero’ en el polígono industrial, sobre todo, en las instalaciones de la empresa UNAUTO, donde el 50 % de los autobuses del servicio público de transporte urbano quedaron completamente sepultados bajo el barro y el lodo, dejando la ciudad sin servicio durante 24 horas.
Pero las consecuencias de la DANA se extendieron por todos los barrios, como en el Casco Histórico, en Santa Teresa, San Bernardo, Valparaíso y La Legua, “donde los vecinos se vieron completamente desbordados por las intensas lluvias y que hicieron que desde el Ayuntamiento nos pusiéramos a trabajar contra reloj”.
El alcalde ha recordado que en ese momento se aprobó un decreto para habilitar 1,2 millones de euros “que nos permitió movilizar a doce empresas y a cerca de 200 personas que se volcaron para tratar de solventar una situación que nunca antes se había conocido en la ciudad de Toledo”.
“Hace un año a estas horas estábamos dando vueltas por Toledo y mirábamos con mucha preocupación el cielo de nuestra ciudad, hoy, por fortuna, la situación es completamente distinta, aunque siempre queremos que llueva, pero lo que vivimos el año pasado, justo el día 3 de septiembre, fue algo que evidentemente no querremos que vuelva a ocurrir”.
