Renfe ofrece cerca de 7.545.000 plazas entre todos sus trenes de Alta Velocidad y Larga Distancia para viajar este verano, desde el 1 de julio al 15 de septiembre. Con una oferta de más de 22.450 trenes en circulación, la compañía garantiza la movilidad de los ciudadanos durante estas fechas ante el aumento de la demanda por las vacaciones de verano.
Los destinos más demandados para viajar este año son la costa andaluza, la Comunitat Valenciana y la Costa Brava. A principios de mes, Renfe puso en servicio dos trenes AVE, uno por sentido, directos y diarios para viajar entre Málaga, Alicante y Murcia. Con estos nuevos servicios AVE se crean relaciones directas para viajar entre Málaga y Cuenca, Albacete, Elche y Orihuela, entre otras.
El mayor número de frecuencias y destinos, y la apuesta de Renfe por el ahorro medioambiental se traduce en un aumento progresivo de la demanda, que es más notable desde la incorporación de las unidades S106. La puesta en servicio de estos trenes ha permitido la reasignación del material, implementando de esta manera nuevos servicios en nueve comunidades autónomas, además del estreno absoluto del AVE en Asturias, nuevos destinos AVE a Galicia, y la puesta en marcha de los Avlo S106 (el tren de alta velocidad con mayor capacidad de España) en las conexiones entre Madrid, Zaragoza, Cataluña, Comunitat Valenciana y Murcia.
Renfe, como empresa líder del sector ferroviario en España, vertebra todo el territorio acercando a miles de viajeros a sus destinos cada verano, multiplica las conexiones, ofrece más frecuencias que nadie, acorta las distancias y mejora la fiabilidad global del sistema de movilidad.
Renfe y su lucha contra el cambio climático
Renfe lidera el camino hacia la sostenibilidad ambiental. Todos sus trenes eléctricos de viajeros y mercancías cuentan con la certificación Carbono Neutro. De hecho, su huella de carbono es hasta 20 y 30 veces menor que las emisiones procedentes de coches o aviones. La circulación diaria de todos los trenes de la compañía evita al año la emisión de 4,7 millones de toneladas de CO2 y supone un ahorro energético equivalente a cerca de 1,3 millones de toneladas equivalentes de petróleo.
El horizonte de Renfe es llegar a cero emisiones de carbono en 2050. Además, forma parte de la iniciativa europea para reducir las emisiones de CO2 en al menos un 55% en 2030 (objetivo cumplido con antelación).