Hoy hemos celebrado en España el día de nuestras fuerzas armadas, y esta ha sido una ocasión importante para reflexionar sobre el papel de nuestros contingentes armados tanto en la sociedad como su contribución a la paz y la seguridad de nuestro planeta.
A pesar de los conflictos en diferentes partes del mundo, es fundamental reconocer el valor y el sacrificio de los hombres y mujeres que sirven en las fuerzas armadas , y no solamente lo reconocemos si no que nos sentimos orgullosos de nuestros ejércitos y Guardia Civil.
Debemos ser conscientes de los desafíos éticos y humanitarios que enfrentan la labor de nuestras fuerzas armadas. Las guerras en África, Gaza, Ucrania y en otros lugares son recordatorios dolorosos de la devastación y el sufrimiento que pueden resultar de los conflictos armados.
Es cierto que en los lugares del mundo que persisten conflictos armados y situaciones de violencia se requiere la intervención de las fuerzas armadas. Sin embargo, el objetivo principal de estas instituciones ha de ser la preservación de la paz y la seguridad, y que sus acciones estén enmarcadas en el respeto a los derechos humanos y el derecho internacional. En este sentido, es fundamental que las fuerzas armadas estén debidamente y modernamente equipadas y entrenadas para cumplir con su misión de manera efectiva, pero también es crucial que exista un control democrático y una rendición de cuentas para garantizar que su actuación se ajuste a los principios de legalidad y proporcionalidad.
Es importante que, al honrar a nuestras fuerzas armadas, también reflexionemos sobre la necesidad de buscar soluciones pacíficas a los conflictos y de trabajar en la prevención de futuros enfrentamientos. El orgullo en nuestras fuerzas armadas no debe significar la glorificación de la guerra, sino más bien el reconocimiento del compromiso de aquellos que están dispuestos a sacrificarse en defensa de la paz y la seguridad
Los entes políticos han de promover el diálogo y la cooperación internacional como medios para prevenir y resolver conflictos, reduciendo así la necesidad de recurrir a la fuerza militar.
Las fuerzas armadas deben ser parte de una estrategia integral que incluya el desarrollo, la diplomacia y la promoción de los derechos humanos. En el Día de las Fuerzas Armadas, hemos de recordar que el verdadero valor de estas instituciones radica en su capacidad para contribuir a la construcción de un mundo más seguro y pacífico, y en su compromiso con la defensa de los valores democráticos y los derechos fundamentales.
Asi que, en este Día de las Fuerzas Armadas, mostramos todo nuestro apoyo a los miembros de las fuerzas armadas al mismo tiempo que abogamos por un mundo en el que el diálogo, la diplomacia y la cooperación internacional prevalezcan sobre la violencia y el conflicto.
