La ministra de Defensa preside el acto de homenaje a los caídos en Irak en la sede del Centro Nacional de Inteligencia (CNI)
Tal día como ayer se conmemora el 20º aniversario del atentado que costó la vida a siete miembros del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) en Latifiya (Irak). El 9 de octubre había sido asesinado otro miembro en Bagdad.
La emboscada de Latifiya fue un ataque con armas de fuego y granadas perpetrado el 29 de noviembre de 2003 por la insurgencia iraquí en Latifiya, tomando como objetivo al convoy que transportaba a un grupo de miembros del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) español, quienes fueron emboscados en un punto de la carretera cercana a la localidad de la gobernación de Bagdad. Siete agentes de inteligencia resultaron asesinados y uno quedó gravemente herido, en el que fuera el atentado más mortífero contra la presencia española durante la guerra de Irak.
Para honrar su recuerdo, se ha celebrado un acto en la sede central del CNI, presidido por la ministra de Defensa, Margarita Robles, en el que se han entregado las Grandes Distinciones en Categoría Oro a título póstumo a los compañeros caídos, que han sido recogidas por sus familias.
En el acto, Robles ha manifestado que “hoy no es el lugar de las palabras, es el de los sentimientos y el de las lágrimas”, y ha recordado el espíritu de los hombres que dieron su vida por España (Carlos, José Antonio, José Lucas, Alberto, José Ramón, José Carlos, Alfonso y Luis). “Un espíritu que está aquí en esta sala, con nosotros, y nos da impulso para seguir adelante”.
“Ellos fueron un ejemplo de vida, antepusieron el interés de salvar a los demás, de ayudar a la paz, que es uno de las cosas más nobles”, ha añadido la titular de Defensa.
En su alocución, la ministra se ha dirigido directamente a las familias recordándoles “que sois un ejemplo de superación para todos nosotros”.
Robles ha destacado la importancia del trabajo “callado, serio y responsable” de los hombres y mujeres del CNI, ya que “gracias a ellos se están salvando vidas en muchos lugares”.
Por su parte, la secretaria de Estado directora del CNI, Esperanza Casteleiro, recordando lo ocurrido, ha señalado el apoyo que recibió el centro por parte de las autoridades y la sociedad de España, añadiendo que el recuerdo de los caídos en Irak ha servido de ejemplo para el resto de los miembros, como máximo exponente de la vocación de servicio del centro con España.
En su discurso, también ha resaltado el recuerdo imborrable que ha quedado en el CNI de los compañeros caídos y la importancia de la memoria, afirmando que “nunca muere lo que no se olvida, y nosotros no les olvidaremos jamás”.
Tanto la ministra como la directora del CNI han transmitido a los familiares y al personal del centro el deseo expresado por Su Majestad el Rey de estar allí acompañándoles.
Posteriormente, se han dirigido al monumento de los Caídos, donde la unidad de música de la Guardia Real ha interpretado la oración ‘A los que dieron su vida por España’ y ‘La muerte no es el final’, antes de depositar una ofrenda de corona de laurel.
Para concluir el acto, se ha interpretado el toque de oración y el himno nacional.