Dime de qué se trata, que me opongo parece que es la respuesta que recibe Feijoo cada vez que llama a un líder político con representación parlamentaria y respeto a la Constitución de 1978 después de las últimas elecciones generales.
Una vez más las encuestas se han equivocado mucho. Parecía que había un cambio de ciclo con una mayoría de la derecha frente a la izquierda. Pero una noche electoral emocionante decantó el resultado en un PP ganador, siendo la lista más votada, pero con un pobre resultado. Sería suficiente si se respetara la costumbre española según la cual gobierna el partido político que más votos y escaños ha recibido. La ambición desmedida de Pedro Sánchez parece que no va a cumplir eso.
Que malo es no saber perder. Pedro Sánchez lo demostró la noche del 23 J. No hubiera estado de más reconocer que había perdido las elecciones generales. Un poco de humildad en un líder político no está de más. La arrogancia, la soberbia, no son buenas para nadie. Él, que se erige como defensor de la democracia, no aceptó la voz del pueblo español que se ha manifestado a través de las urnas. No deja de ser preocupante esta actitud. Aunque luego la política de pactos dé otro resultado. Aunque en España siempre ha gobernado la lista más votada después de unas elecciones generales.
Los votos entre el PP y Vox frente al PSOE y Sumar, partidos nacionales, suman más de cuatrocientos mil votos más. Este dato es importante. Tirando de hemeroteca, Aznar ganó las elecciones de 1996 a González por unos 300.000 votos y 15 escaños de diferencia. González lo vio ganador y dio un paso atrás, no se planteó alianzas con otros partidos para desbancar al PP ni provocar un bloqueo. Claro que González ha demostrado ser un gran estadista durante su carrera política y Sánchez no le llega ni a la suela del zapato. A su vez, Zapatero ganó las elecciones de 2004 con 16 escaños de diferencia con el PP en el Congreso de los Diputados Lo resalto porque se puede formar gobierno con resultados ajustados siempre que se respete la lista más votada.
Por su parte, Feijóo reivindica lo que ha dicho durante toda la campaña electoral, que gobierne la lista más votada. Y en esa idea insistió en la noche electoral. El PP ha aumentado 48 escaños frente a 1 del PSOE, teniendo el PP 15 escaños por encima del PSOE. Sin contar en el Senado que ahí el PP ha ganado claramente con mayoría absoluta. Añada a esto que el PP tiene los gobiernos de casi todas las Comunidades Autónomas de España. Con todo, es un complicado panorama político.
Una de las claves de este proceso lo tendrá el PNV. Su presidente, Antoni Ortuzar, lleva meses diciendo que Sánchez lo ha ninguneado, que no estaba a gusto con la coalición con el PSOE. El PNV es un partido de derechas, de orientación demócrata cristiano. ¿Qué hace con el gobierno Frankenstein, según denominación Rubalcaba? Además, en estas elecciones Ehbildu ha subido un escaño por delante del PNV. ¿Sería posible que el PNV apoyara al PP de Feijóo siempre que Vox no entrara en el gobierno, votando con la abstención o con su voto favorable? Es una opción, seguramente la llave para que gobierne el PP junto con los votos de Vox, Coalición Canaria y UPN. Si el PNV no recupera su espacio político de derecha nacionalista, tiende a desaparecer de la escena política nacional.
Mucho más sencillo es que el PSOE se abstuviera como lo hizo en 2016 para dar paso a un gobierno del PP con Rajoy. Podía repetirse esto, pero no lo veo con Pedro Sánchez como líder del partido socialista.
El otro caso es que se presente Sánchez a la investidura después de la fallida de Feijóo, si así ocurriera. El mejor resultado del PSOE lo ha conseguido en Cataluña, con un voto moderado no nacionalista, castigando a estos y restando escaños dando un resultado de 7 escaños a ERC y Junts respectivamente. Sin embargo, ambos partidos independentistas solicitaron en la noche electoral del domingo un referéndum para conseguir su independencia de España, si quieren su apoyo en su hipotética investidura de Sánchez, referéndum que no cabe en la Constitución española. Ya ve, los independentistas han puesto muy caro el voto de sus escaños. Veremos qué pasa.
Se abre ahora en España un escenario político que genera mucha incertidumbre donde el actual presidente del gobierno y el PSOE no aceptan su derrota, el actual presidente de la oposición y el PP, ganadores de las elecciones generales, proponen que le dejen formar gobierno, y los partidos que le dieron el poder a Sánchez después de la moción de censura contra Rajoy reivindican de nuevo un gobierno Frankenstein.
La costumbre adquirida en España en la actual democracia siempre ha respetado para formar gobierno al partido más votado y ganador de las elecciones generales. ¿Ocurrirá lo mismo ahora? Es pronto para responder a esta pregunta, aunque parece hoy poco probable por lo que se abre un largo camino de diálogo y negociación entre los diferentes partidos políticos.