¿Un Templo Neopagano?
Nuestro pueblo siempre fue lugar de encuentro de gente extraña. Historias reales como la de la Cueva de Sopeña y la Congregación de la Nueva Restauración se desarrollan muy en parte en el término del municipio según la historiografía oficial. Místicas como Santa Teresa de Jesús también pasaron, dejando olvidados objetos como un baúl que se conserva en la iglesia de San Bartolomé. Además, historias ocultistas de tradición oral nos hablan de numerosas quedadas en los subterráneos de Villarubia durante siglos, lugares secretos donde muchos no querían ser vistos.
La Mesa de Ocaña, comarca situada en el centro de la península, con muy buenas vías de comunicación entre las distintas regiones del país y con una orografía perfecta para encontrar cuevas en sus parajes o bien construirlas de forma artificial, es el escenario perfecto como lugar de reunión de gente que no gustaba de ser molestada. A lo largo de la comarca en casi todos los pueblos, podemos encontrar historias y leyendas que nos hablan de este hecho. Junto a las historias al principio nombradas, otras como la lengua dentro del frasco de formol y la cueva del Aldovera en Santa Cruz de la Zarza; la sinagoga subterránea y el Santo Niño en La Guardia; y la sala tarimada de la Fuente Grande de Ocaña son ejemplos notables de lo que tenemos entre manos. Así, podemos afirmar que Villarrubia de Santiago y la Mesa de Ocaña son Tierra de Logias.
LA CUEVA DE LA YEDRA. POSIBLE ORIGEN Y SIGNIFICADO
El topónimo viene dado por el nombre que tenía hasta el siglo XIX la calle Santiago, que era calle de la Yedra. La pregunta es obvia: ¿porqué se cambió?, esto no se sabe de forma fehaciente, seguramente por la misma razón por la que se cambian los nombres hoy día, por razones políticas e ideológicas. Se había cambiado un nombre pagano esotérico por uno católico.
La hiedra en la tradición esotérica es una planta que oculta un misterio o algo de lo que los participantes no quieren que sea revelado a la gente común. También era una planta atributiva a dioses como Dionisos-Baco y Deméter-Ceres, que tenían cultos mistéricos bajo tierra. Un ejemplo muy claro son las antiguas monedas griegas llamadas cistóforo, en la cual se representa una cista mística rodeada y protegida por la yedra. La cista representa un continente -cesta-, que podían ser de tamaño variado según las fuentes clásicas, y que contenían elementos secretos de las ceremonias. La serpiente dentro de la cista representa el conocimiento, e incluso en algunos casos al mismo dios, es decir, una fuente de sabiduría. Recordemos que la serpiente, es un animal que tiene todo su cuerpo en contacto con la tierra, la madre tierra, y en la tradición esotérica es la depositaria de todo el conocimiento de esta. Ejemplos claros son la serpiente de Adán y Eva, la del caduceo de la medicina, o las que se representan enrolladas en los brazos de las antiguas diosas madre del mediterráneo. Por cierto, no hemos dejar pasar por alto que la muy cercana iglesia del pueblo está consagrada a San Bartolomé, un santo que también se representa por la serpiente y toda su simbología.
Tetradracma cistóforo. siglo II aC. Tetradracma. Mysia Pérgamo. Grecia antigua. Anverso: dos serpientes y carro de deméter. Reverso: corona de hiedra protegiendo cista mística.
Denario de la República romana. 76 a.C. Acuñado por la familia - gens- Volteia. Anverso: Baco con corona de hiedra. Reverso: Ceres en biga de serpientes y caduceo.
La planta de la hiedra, como hemos dicho anteriormente, está muy relacionada con los cultos a Baco-Dionisio, dios del vino, bebida que está muy relacionada con nuestra cueva.
La cueva de la Yedra, a lo que el habitáculo se refiere, parece que fue construido en la Edad Media, como prácticamente todo el subterráneo del municipio. Sirvió de almacén y bodega de vino durante siglos, también de refugio en guerras, siendo los arcos y columnas de piedra añadidos durante los siglos XVI- XIX.
No está claro tampoco lo ocurrido con las tinajas de vino que hubiera en su interior, ya que una vez tomada la decisión de romperlas y sacarlas, apenas tendríamos opción de volver a reponerlas. Cosa que también desconcierta, pero es lógico pensar que si lo haces es que necesitas ganar espacio… ¿pero para qué?
LA FACHADA DE LA CASA DE REILLO
En anteriores artículos hemos comentado que la fachada de esta casa podría ser masónica o de inspiración masónica. Consultando a miembros de esta sociedad hemos llegado a la conclusión de que si bien a primera vista se puede pensar que lo fuera, no termina de cuadrar de una manera exacta, por lo que seguramente el dueño no fuera masón pero podría tener algún tipo de simpatía por esta sociedad o formar parte de una sociedad diferente, las llamadas logias salvajes -logias libres, no sujetas a normas de la masonería-. Puede también que simplemente toda esta representación fuera fruto de la casualidad. Actualmente la casa de Reillo y la cueva de la Yedra forman parte de casas diferentes pero no queda claro si décadas atrás pertenecieran a un mismo edificio. Al parecer, la cueva fue cerrada y tabicada antes de la Guerra Civil Española y abierta mediante butrón posteriormente. Es decir, la entrada actual no es la original, es fruto de una compra venta posterior. También es significativo que la fecha de la fachada, 1922, coincida en el tiempo con el levantamiento e inaguración de importantes templos masónicos en otros lugares de España, como es el caso del de Santa Cruz de Tenerife.
NEOPAGANISMO
Es un conjunto de movimientos místicos y religiosos surgidos en el siglo XIX y principios del XX, que reviven de alguna forma el conjunto de cultos paganos surgidos en la antiguedad. Durante este periodo de tiempo no era raro entre personas de la alta sociedad y alto nivel cultural crear sociedades de diferente importancia dedicadas a estos menesteres, sobre todo en América y Europa. Ejercicios como el espiritismo, espiritualismo, prácticas de cultos exóticos y demás movimientos románticos nacen prácticamente a la par hasta desembocar en la llamada New Age, Wicca y sincretismo moderno, ya en el siglo XX.
Nosotros pensamos que si en algún momento en la cueva de la Yedra se dio algún tipo de culto, pues no tenemos conocimiento de algún documento que lo pruebe, tendría que ver con este tipo de movimientos, muy relacionados con el tema de la historia, entre otras, de la lengua dentro de un frasco de formol y la cueva de Aldovera del vecino pueblo de Santa Cruz de la Zarza.
Además, también es lógico pensar que no se conservara algo al respecto, pues con la llegada del franquismo cualquier pista que indicara logias o masonería significaba la muerte. También es extraño que los descendientes no supieran nada sobre la estructura de la cueva que había debajo de su casa. Es fácil pensar de que de lo que no se sabe no se habla y todos protegidos, pero no se puede asegurar nada.
LOS NÚMEROS 3 – 11 Y LA COLUMNA CENTRAL
Si somos observadores podemos ver que el número tres está muy representado, tanto en la fachada de la casa de Reillo como dentro de la cueva de la Yedra.
En la fachada, además de tener su entrada original orientada al este, importante simbólicamente, tenemos tres niveles de plantas, 3+3 ventanas, y 3+3 puntos decorativos a ambos lados de las ventanas. En la cueva, 6 (3+3) escalones que dan entrada a la cueva en sí, 3+3 arcos a ambos lados del pasillo central.
En numerología el número 3 es un guarismo misterioso, muy presente en todas las culturas del mundo, y con un significado tan complejo que sería imposible describirlo por completo en este artículo.
Las columnas existentes dentro de la cueva son 11, número y mes de la Yedra. El 11 significa el orden en las situaciones de caos, así como la fuerza para llevarlo a cabo.
Planta de la Cueva de la Yedra
Para finalizar, nos fijamos en la columna central de la cueva, un elemento que no soporta nada y que «estorba» si es que esta cueva fuera un simple almacén de algo. En el mundo esotérico el pilar-rotonda central representa el símbolo de la Rueda, un elemento alrededor del cual el buscador de trascendencia inicia su camino en un rito con trayecto circular no muy bien conocido. Constituye un símbolo como señal del movimiento eterno del cosmos, el cual gira de forma incesante en torno a un centro inmóvil e inalterable. Son los ciclos eternos de la vida, el nacimiento-muerte-resurrección. Como ejemplos antropológicos tenemos a los musulmanes orando en La Meca, los nativos americanos danzando en círculo alrededor de un tótem o a los cristianos en el baile de los cordones en muchas de nuestras romerías. Igualmente en numerosas construcciones, como pueden ser la sala antaño tabicada en Santa Mª de Wamba (Valladolid), donde ha llegado hasta nuestros días una columna central muy desgastada por su uso mistérico; y ritos circulares alrededor o dentro de templos como en la Cueva de la Luna de Titulcia (Madrid) o la ermita de Eunate (Navarra) en pleno Camino de Santiago.
Cueva de la Yedra y columna mistérica de Santa Mª de Wamba (Valladolid)
CONCLUSIÓN
Tenemos ante nosotros una construcción fascinante que reúne en sí misma, tanto en el nombre como en su estructura, el recuerdo a un mundo pasado, la Grecia y la Roma antigua, que tanta huella dejaron en Hispania. Tanto Villarrubia de Santiago como su comarca -la Mesa de Ocaña-, muy unidas a la agricultura, el vino y al mundo subterráneo, no olvidaron por completo sus raíces, y la cueva de la Yedra es el vivo ejemplo de ello.
En nuestro pueblo, la cueva de la Yedra está muy relacionada por toponimia y estructura al mundo subterráneo y del vino, que haría recordar todo lo que hemos hablado anteriormente de ello relacionado con el mundo pagano. También en el pueblo tenemos el santuario de la Virgen del Castellar, una virgen que por situación y festividades nos recuerda mucho a las de la antigua Deméter-Ceres, unas deidades prominentemente agrarias.
El cristianismo al imponerse en occidente, y luego al resto del mundo, trató de borrar toda huella de paganismo existente, cosa que no consiguió del todo. Hubo veces que tuvo que asimilar o camuflar elementos, muy a su pesar.
Durante el siglo XIX y principios del XX, la época del romanticismo, hubo un movimiento importante en occidente que trató de recuperar el corpus de los antiguos cultos clásicos, el neopaganismo, que encontró como siempre la oposición frontal de la iglesia católica.
Desde mi punto de vista, viendo la tradición oral y las pocas pruebas materiales con las que contamos, me lleva a pensar que la historia esotérica de la cueva de la Yedra va en estos caminos. Desde siempre en la Mesa de Ocaña hubo movimientos de «gente extraña» no del gusto de la iglesia, y la tradición oral de Villarrubia habla de que en esta cueva hubo reuniones de carácter oculto. No es descabellado pensar que en el siglo XIX-XX hubiera, como era común en la época, reuniones de corte neopagano que hicieran moverse a la iglesia y poderes tradicionales. Primero cambiando y cristianizando la calle, cambiar el nombre de Yedra por el de Santiago. Más tarde, y con la inminente llegada del franquismo tabicando la cueva para que callera en el olvido y evitar problemas mayores. El movimiento de gente en el lugar, hicieran lo que hicieran, que no se sabe, fue lo que disparó las especulaciones, más o menos exageradas de lo que ocurría, y ha sido lo que ha llegado a nuestros días en forma de tradición oral.
Antonio Martín Asperilla