CARLOS SAN JOSÉ ALONSO
Secretario Estatal de Educación y Deporte
Burbujas tiene la historia que se pueden encontrar por centenares: la inmobiliaria, la futbolística, la de las autopistas… Pero sin duda alguna, la de la política es la más dolorosa en tanto en cuanto los ciudadanos estamos siendo engañados vilmente con falsas propuestas de amor y servicio. El Partido Popular se desangra internamente con guerras fratricidas de poder, celos, zancadillas y guantazos, y describe un panorama nada alentador para los miles de votantes que confiaron en unas siglas, en unos líderes y en unas ideas; hablando de ideas, las mismas que catapultaron y destrozaron al proyecto de Podemos. Pablo Iglesias defensor de la clase obrera aplastada y proletaria adalid de la lucha del pueblo contra la casta, abanderó un proyecto de limpieza de los privilegios desde su sencilla vivienda de Vallecas que quedó reducida a la mínima expresión al tiempo que el “marqués de Galapagar” se compraba un lujoso chalet en la sierra. El Partido Popular tapa como puede un escándalo de, más que probable, corrupción en su seno con fingidas sonrisas y eslóganes de “aquí no pasa nada” con tal de aferrarse al sillón de Génova 13.
Las grietas van por bandos, no hace falta profundizar mucho en la crisis definitiva de defunción de Ciudadanos. Los naranjas irrumpieron en el panorama nacional con una imagen de su líder como Dios lo trajo al mundo como reflejo de una transparencia inmaculada. Nada más lejos de la realidad, la nueva política trajo lo peor de la anterior: chanchullos, favoritismos, poltronas y además unos líderes poco despiertos que tiraron por la borda las oportunidades que la historia les brindó. Si hablamos del PSOE, tampoco pueden estar contentos con la gestión andaluza, con casos de corrupción a gran escala y miles de codazos internos para el habitual “quítate tú que me pongo yo, a mí y a mis amigos”, como estamos viendo con la crisis que se avecina en la Comunidad Valenciana.
Ha nacido un nuevo partido, un partido municipalista y equilibrado. Se llama CONTIGO, y se apellida Somos Democracia. En el complejo camino de seducir a los españoles desde un proyecto político nuevo, CONTIGO tiene varias virtudes que lo convierten en un modelo diferente. Es municipalista, es decir, la máxima preocupación es la prosperidad de cada municipio, desde la gestión eficiente y sin etiquetas ideológicas; se parte de la base de que cada municipio es diferente y necesita una política distinta, no una política global como hacen la mayoría de formaciones. Por otra parte, sus miembros no son políticos sino maestros, autónomos, artesanos, deportistas… cada uno experto en una materia con la idea de aportar lo mejor de cada persona. CONTIGO nace con una vocación de servicio con una serie de cláusulas en sus estatutos que limitan el poder de sus dirigentes elegidos democráticamente en cada Congreso.
Una de las cosas que más aprecio de CONTIGO es que sus integrantes somos españoles de la calle que también estamos cansados de ver a unos políticos echándose los tratos encima; estamos cansados de la crispación y queremos unidad, queremos humanizar la política y queremos poder aplaudir y valorar las muchas cosas que se hacen bien, no estar continuamente buscando el fallo ajeno para sacar rédito político y eso sólo se puede hacer en CONTIGO.
Todo en la vida tiene sus imperfecciones y este camino que CONTIGO está empezando a abrir en España también puede tener las suyas, pero, como yo, cada día son más los españoles que necesitan un cambio político con personas de a pie que simplemente vengan por vocación y con ganas de mejorar todos juntos por tener un municipio mejor y un país mejor, y yo, desde luego estoy muy contento de poder haber encontrado un verdadero proyecto político que merezca la pena para subirse a él y trabajar por mis conciudadanos.
1 comentario. Dejar nuevo
Muchas gracias por la confianza. Sois un medio estupendo 👌